Sobre tacos y otros antojitos mexicanos

(Holes- Passenger) Una disculpa a mis fieles seguidores por no haber escrito durante cinco días pero me fui de viaje a Chiapas y digamos que el wifi en medio de la selva deja mucho que desear... nah, la verdad es que había muchas cosas que hacer y poco tiempo para escribir pero ya estoy de vuelta al aburrimiento de la civilización así que sigamos con este blog que pocos además de usted, leen. Si mi memoria no me falla, la última vez dejamos cubierto el tema del taco al pastor y de mis taquerías favoritas. Bueno. Siento que hay que mencionar dos otros tacos muy especiales y muy diferentes a los clásicos de las taquerías que mencioné: hablo por supuesto, de los taquitos dorados y los tacos de cochinita pibil. Los primeros son por regla general, tacos de pollo deshebrado (Minnie the moocher- Cab Calloway) fritos en aceite, por lo cual son duros y se les pone crema, queso rayado, lechuga (opcional), salsa y, si eres un caballero o una dama muy pudiente, aguacate. A Carlos no le gusta el queso ni la crema ni el aguacate así que no le echa nada de eso pero me pidió que mencionara que cuando vamos a comer tacos, se come doce taquitos al pastor, sin piña porque tampoco le gusta. Listo Carlos, ya lo escribí, ¿feliz? Bueno, y los otros, los tacos de cochinita son una especialidad del sureste de México, si queremos ser más (No matter where you are- Us the duo) específicos, de Yucatán. La cochinita pibil es carne de puerco en una salsa de achiote y naranja entre otras cosas que sabe a gloria pura. Los tacos, si pedidos con todo, llevan cebolla morada picada, chile habanero, limón y a veces, frijoles refritos. Son mi platillo favorito de La casa de Toño, uno de los restaurantes mexicanos más generosos en sus porciones, justos en sus precios y eficientes en su servicio (Son of man- Phil Collins). Obviamente, los mejores se consiguen en Yucatán pero en México puedes conseguir unos bastante decentes, tanto en La casa de Toño, como en el Círculo del sureste y en el Turix. También hay una gran categoría de tacos que se llama tacos de carnitas dentro de la que entran los tacos de cabeza, de sesos, de tripa, de hígado (Come on feel the noise- Snake wind), de cachete, de ojo, de suadero, de longaniza, etc. Esos se comen en la calle, en el borrego viudo y en otros changarros chilapastrosos. Son de mis favoritos también. Suficiente de tacos vayámonos a otra parte de México, a la Hhheroica ciudad de Puebla donde Agustín de Iturbide pasó tras haber firmado los Tratados de Córdoba en septiembre de 1821. Un grupo de monjas le hicieron un platillo original en su honor que llevaba los colores de la bandera, verde, blanco y rojo, y que sólo se puede preparar en esa época del año debido a la naturaleza de sus ingredientes. Desde entonces, el chile en nogada, un chile verde relleno de carne (Lucha de gigantes- Nacha pop), bañado en una salsa cremosa de nuez y cubierto de granos de granada, creando así, una mezcla de sabores nunca antes vista, una mezcla de sabores extraordinarios que juntos, logran algo inolvidable. Hoy en día, ese es el platillo poblano por excelencia. Cerremos este blog con mi salsa mexicana favorita: el mole. Una mezcla rarísima de ingredientes dentro de los cuales destacan el (Forever young- Alphaville) chocolate, el chile, el plátano y el cacahuate. Cada quién lo hace a su manera y hay muchas variedades pero el poblano y el oaxaqueño son los más típicos. Generalmente se sirve con pollo y es exquisito. Por hoy, lo vamos a dejar ahí pero mañana seguiremos con la comida mexicana, patrimonio mundial de la UNESCO.
Sí, la comida mexicana es exuberante! - Medialuna Magazine

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