Los olvidados

En 1950, era la época dorada del cine mexicano y Luis Buñuel, hombre español que amaba a México ya había tenido éxito como cineasta. Grababa al norte de la Ciudad de México y observaba a los niños de la calle. Conmovido por su desgarradora realidad, decidió hacer una película sobre los oprimidos que no tienen voz que los represente ante la minoría que contradictoriamente tiene el poder; sobre los que callan ante una sociedad que los lleva a la ruina y hace lo posible por que se queden ahí; sobre los que damos por hecho y no nos fijamos si los vemos en la calle o no; en una palabra, una película de los olvidados.

Los Olvidados es una crítica social que muestra la realidad en la que vivían la mayoría de los mexicanos en esa época: la pobreza. A diferencia de Nosotros los pobres, Los Olvidados se centraliza en los niños que viven en la calle y en cómo las condiciones los empujan hacia una vida de crimen.  Narra la historia de Jaibo, un joven recién salido de la correccional, y Pedro, un muchacho que es el único testigo del asesinato de Julián, el supuesto delator que hizo que atraparan a Jaibo. La relación entre Jaibo y Pedro es problemática y al final, uno mata al otro y muere a manos de la policía. Los Olvidados no es una película optimista.

Durante producción, surgieron varios problemas: cambió de nombre (originalmente se llamaba La manzana podrida), no había actores muy conocidos, hubo desacuerdos con los productores, una peinadora renunció por la dureza de una escena, entre otros.

La cinta no fue bien recibida por el público. Cabe mencionar que dicho público no era muy público por así decirlo. La gente que acudía al cine pertenecía a la prensa y a la clase alta, que tras ver la película, no querían saber nada más sobre Luis Buñuel. Recibió críticas de la esposa de Diego Rivera y de la de León Felipe. Por eso, Los Olvidados permaneció solamente tres días en cartelera.

Frente al rechazo del público, Buñuel abandonó el país y estrenó su película en Europa en 1951 donde ganó el premio de mejor director en el festival de Cannes. Y a pesar del rechazo público, recibió buenas críticas de personalidades como David Alfaro Siqueiros y Octavio Paz que dijo lo siguiente:

“Pero Los Olvidados es algo más que un filme realista. El sueño, el deseo, el horror, el delirio, el azar, la porción nocturna de la vida, también tiene su parte. Y el peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba por parecernos imposible, insoportable. Y así es: la realidad es insoportable; y por eso, porque no la soporta, el hombre mata y muere, ama y crea”.

A mí en lo personal, me gusta mucho esta película porque además de seguir siendo relevante hoy en día, ayuda a comprender una realidad muy diferente a la que vivo yo pero que comparten muchos mexicanos. Por un lado, me recuerda de todo lo que tengo que agradecer y por otra me señala qué responsabilidades tengo como mexicano privilegiado de trabajar y luchar por un mejor México para todos, en especial, por un mejor México para los olvidados.



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