Mi tesina de TLRIID sobre la carne

Hola, les comparto la tesina que escribí para mi clase de español. Si quieren un resumen, considero que se consume mucha carne y que hay que bajar el consumo. Para lograrlo sin afectar mucho a nadie, y para acabarla de rematar, resolviendo otros problemas, propongo poner comedores comunes en las escuelas. Este proyecto lo discuto en el tercer capítulo. 

Problemáticas ambientales y de salud en el ser humano asociadas a los patrones de consumo y producción masiva de alimentos, específicamente, la carne


Tesina para obtener la calificación de Taller de Lectura, Redacción e Iniciación a la Investigación Documental IV




Presenta:

Javier Hurtado Serrano




Asesores: Oscar Romero Reyes


Libertad Oviedo González




Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro (Orwell, 1945).

I. Introducción 



En el planeta Tierra hay tantos problemas de una seriedad bastante alta, que es difícil señalar uno que sea más importante, más urgente, más grave o más dañino que todos los demás: la pobreza, la desigualdad, la injusticia, la violencia, la corrupción, la intolerancia y el cambio climático son sólo algunos de los retos más difíciles y más urgentes que tiene que afrontar la humanidad. Este trabajo, busca estudiar y profundizar en el último, es decir en el cambio climático.

El cambio climático es un tema muy amplio que presenta un riesgo, no para el planeta sino auténticamente para el ser humano. El planeta Tierra tiene la capacidad de regenerarse y dentro de su historia, los humanos no ocupamos más que una fracción insignificante. La Tierra no necesita a los humanos, pero los humanos sí necesitan a la Tierra. Con la sobreexplotación y la destrucción de los recursos naturales, los afectados son los que no podrán seguir consiguiendo más recursos en el futuro si se sigue este patrón, es decir, los humanos, que irónicamente, también son la causa del problema. 

El cambio climático es pues, un problema causado por los hábitos del ser humano, por lo cual, si se modifican los hábitos del ser humano, se puede solucionar el problema. Pero para modificar los hábitos del ser humano para el bien ambiental, hay que identificar qué hábitos son los más dañinos y cómo se pueden solucionar. Porque si bien uno de los problemas son las emisiones de gases de efecto invernadero por ejemplo, los esfuerzos que se han hecho para reducirlos no han sido suficientes. Se ha identificado el consumo de carne como un gran problema que se podría resolver si no con facilidad, al menos con simplicidad, sin tener que modificar la vida del Ser humano a tal punto que llegue a la incomformidad. La producción y la distribución de la carne en el planeta es un problema grave para todos sus habitantes pero se puede mejorar significativamente al modificar la dieta de los humanos.

La alimentación es un aspecto fundamental para la vida del ser humano ya que es necesaria para obtener un desarrollo pleno. Hoy en día, sigue habiendo gente que muere de hambruna a pesar de que haya, en algunos países, una gran producción y un gran desperdicio de alimentos. Al mismo tiempo, hay gente que muere de obesidad. Esto se debe en parte a la cultura que hay en cada país en torno a la comida, y en parte a la accesibilidad de los alimentos en distintos países y en distintas clases sociales. Es decir, este fenómeno es resultado de la distribución de recursos. Es claro que esto es un asunto grave. Pero redistribuir la comida de manera más equitativa no es suficiente. 

Para empeorar la situación, la población mundial está en constante crecimiento, por lo cual, la producción de alimento, que ya alcanza cifras escandalosamente altas, tendrá que crecer con ella a pesar de que en ciertos lugares, se desperdicia comida y que dicha producción afecta gravemente al medio ambiente, ya que el planeta no puede mantener el ritmo en el que consumimos los recursos para regenerarlos. A esto se suman los daños directos que causa la producción de cualquier producto: contaminación, emisión de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global, daños a la capa de ozono, etc. Es indispensable, encontrar una manera de producir mayores cantidades de alimento sin perjudicar el medio ambiente que ya ha sufrido daños y cuyos recursos son finitos. En otras palabras, aumentar la producción de comida y disminuir los daños que generan.

Aún así, la manera en la que se produce comida no es eficiente debido a los hábitos alimenticios que llevamos, que resultan muy costosos en cuanto a recursos y que además lleva a grandes cantidades de comida desperdiciada. Esto significa que nuestras dietas, son en gran parte, las responsables de todos los daños que causa la industria alimentaria y la gente no se da cuenta de la magnitud del problema. La humanidad está acabando con los recursos disponibles, abusando de ellos de manera innecesaria, lo cual va a conducir a nuestra propia destrucción. Sin embargo, está en nuestras manos y en nuestras capacidades evitar este destino mortífero por no decir apocalíptico. Al modificar nuestras dietas y las cantidades y proporciones de comida que consumimos, podemos salvar el planeta o mejor dicho, a nosotros mismos.

A mí me apasiona la comida. No sólo porque necesito la comida para vivir, aunque también me apasione vivir. Me apasiona tanto cocinar como comer. Muchos aspectos de mi vida giran alrededor de la comida; soy quien soy por lo que como, por cómo lo como y con quién lo como. Muchas de mis memorias giran en torno de la comida. Al mismo tiempo, hay gente para la cual comer, lejos de ser una fuente de alegría, es un verdadero problema que los lleva, en algunos casos, a la tumba: me refiero no sólo a la gente que muere porque no tiene qué comer, sino también a la gente que muere por comer demasiado y a la gente que sólo come para sobrevivir y no disfruta la comida. Tengo amigos que debaten agitadamente sobre si deberían o no comer carne cuando ese no es el problema. El problema es la cantidad de carne que comen. Me gustaría llegar a un punto de equilibrio para que todos puedan comer felizmente sin llegar a ningún exceso y sin causar problemas para el futuro de nuestra especie que es el que está en riesgo con el daño al medio ambiente. 

A lo largo de la elaboración de este trabajo, busqué informar sobre los daños al medio ambiente y a la salud que causa la producción y la distribución de la carne actual y algunos cambios que han habido a lo largo del tiempo. Sin embargo, esta temática es muy extensa por lo cual me intenté de focalizar la investigación en ciertos aspectos. Busqué analizar por qué nuestros hábitos alimenticios conducen a una producción excesiva de comida, entender los daños ambientales y económicos de la industria ganadera, identificar las fallas de nuestros hábitos alimenticios así como las causas de los problemas de malnutrición y presentar soluciones para la problemática de alimentar una población que está en constante crecimiento.

En el primer capítulo, explico los diferentes aspectos de la problemática. En el segundo capítulo, analizo diversas propuestas de soluciones que se han buscado implementar y determinar su eficiencia y en el tercer capítulo, planteo un proyecto ligado al desarrollo social que busca resolver la problemática.

II. Capítulo uno: el problema

A) Impacto ambiental de la producción de carne

Es muy común escuchar que para salvar al medio ambiente, hay que comer menos carne. El veganismo o el vegetarianismo y la ecología son conceptos frecuentemente asociados, como si uno implicara  el otro y el otro no pudiera existir sin el uno. Por esto, la gente, al oír que tiene que comer menos carne, cierra su mente porque supone que la están tratando de convencer para convertirse al vegetarianismo y no se toma la molestia de considerar las razones o las explicaciones que relacionan el alto consumo de carne con el medio ambiente y el cambio climático. Rosario Pérez (2008) lo resume de la siguiente manera:


La ganadería ocupa 30% de la superficie libre de hielo del planeta y en diversos lugares es la fuente principal de contaminación del suelo y de emisión de nutrientes, materia orgánica, patógenos y residuos de medicamentos a ríos, lagos y zonas costeras. Los animales y sus excretas emiten gases que contribuyen al cambio climático. La ganadería modela paisajes enteros y reduce el hábitat (tomado de la Real Academia Española) natural con su demanda de tierra para la producción de pastos, forrajes, granos forrajeros y otros insumos agrícolas que intervienen en la alimentación del ganado (p.219-220).

Concretamente, la industria ganadera perjudica el medio ambiente por dos razones principales. La primera son los gases de efecto invernadero que emiten los animales y sus deshechos que contribuyen al calentamiento global. La segunda es la cantidad de recursos que requiere la práctica de esta actividad económica, principalmente suelo y agua. En las palabras de Rey-Huerga (2018):

El sector ganadero produce el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), con unas emisiones estimadas en 7,1 gigatoneladas (GT) de dióxido de carbono equivalente (CO2-eq) por año. Sin embargo, este porcentaje aumenta hasta el 24% del global si se incluyen las emisiones vinculadas indirectamente con la deforestación y las que se asocian con la producción de fertilizantes. Estos datos evidencian el gran impacto que tiene este sector en el cambio climático.La ganadería también utiliza el suelo y el agua de manera desproporcionada y contribuye considerablemente a la deforestación debido a que gran parte la masa forestal ha sido sustituida por plantaciones de soja para alimentación animal (p. 203).


En cuanto al agua, se ocupa para que los animales beban y para producir el alimento de dichos animales, generalmente vegetarianos. Es decir, para que un humano pueda comer carne de res, se necesita criar y alimentar una vaca durante algunos años y ese alimento se necesita producir y eso requiere recursos. Según la FAO, la cantidad de agua que implica comer carne de res es la siguiente:

Se requieren 1.500 litros de agua para generar un kilo de granos y diez veces esa cantidad para producir un kilo de carne [...] Para producir suficientes alimentos que satisfagan las necesidades diarias de una persona se requieren alrededor de 3.000 litros de agua. Hoy en día hay más de 7 mil millones de personas que alimentar en el planeta y se prevé que esta cifra llegará a 9 mil millones en 2050.


Además, la sobreproducción de carne puede impedir la práctica de la agricultura correcta. Según Graetz (2008):


El pastoreo intensivo y el uso de maquinaria pesada que se utiliza en ocasiones para modificar la topografía de un terreno, ocasionan la compactación del suelo. Esta compactación puede dificultar la germinación y crecimiento de algunas especies por la resistencia a la penetración de las raíces. La compactación de los suelos también restringe el suministro de agua y aire a las raíces (p. 42).

 

Esto no sería un problema tan grave si el consumo de carne de los humanos fuera limitado a sus necesidades, (las cuales serán analizadas en el siguiente apartado) o moderado, sin embargo, debido al alto consumo diario de carne en las dietas de gran parte de la población mundial y por consecuencia, la alta demanda (es decir, una cantidad mayor a la que se necesita y que perjudica el medio ambiente) de carne que hay, la producción de carne incrementa. Las cifras varían según el país, pero en general, hay un crecimiento. En Paraguay por ejemplo, entre 2017 y 2018 se mostró un 5.8% de incremento en volumen de producción de carne (USDA, 2018). El alcance de la industria ganadera en México es, según José Manuel Palma García (2014) el siguiente:

el sector ganadero de México y del mundo, han sufrido transformaciones aceleradas ante la necesidad creciente de recursos alimenticios para la producción de carne bovina, con fuertes implicaciones en el medio ambiente; esto se manifiesta en la disminución de la superficie forestal por la competencia permanente con las áreas con fines pastoriles y agrícolas. [...] Muestra de ello es que en México la tasa de deforestación oscila entre quinientas mil y seiscientas mil hectáreas anuales (Velázquez, 2002). Y que de 1976 al 2000 el país perdió 20 mil km2 de bosques templados, 60 mil de tropicales y 45 mil de matorrales desérticos. Esto, a su vez, representó la desaparición de 90 mil, 265 mil y 195 mil hectáreas, respectivamente, de vegetación natural al año, que fueron sustituidas por coberturas de tipo antrópico, como: pastizales, zonas agrícolas y asentamientos humanos (p. 53-54).

Cabe destacar que según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), en su reporte semes­tral de comercio y mercado internacional de carnes, México no figura ni en los primeros diez países productores de carne. Antes se encuentran países como Brasil, Estados Unidos y la Unión europea como entidad. 

El alcance de la industria ganadera, no siempre ha llegado tan lejos como hoy en día. “Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y alimentación, [de España] la producción de carne asciende a casi cinco millones de toneladas, más de 90% por encima de la producción de 1985” (Langreo, 2008). Es común que la gente, al escuchar tan alarmantes cifras, justifique su dieta, afirmando que se necesita consumir tanta carne porque el ser humano necesita la proteína y lo dicen como un argumento definitivo contra los vegetarianos que tratan de explicar por qué eligieron ese estilo de vida. Sin embargo, a pesar de que la carne sí contenga varios nutrientes indispensables para el desarrollo humano, es falso que sólo se puedan obtener de dicho alimento y que se requieran en tan altas cantidades (López, 2006). 

B) Necesidad de proteínas y vitaminas encontradas en la carne

La carne y principalmente la carne bovina, es una de las categorías principales de alimentos para los humanos al igual que una de las fuentes más importantes de nutrientes debido a su alto contenido de proteína, minerales como el hierro y el manganeso y vitaminas del grupo B que no se encuentran tan fácilmente en otras fuentes naturales, sobre todo la vitamina B12 (Gutiérrez y Vanegas, 2016). No cabe duda que estos nutrientes son indispensables para el desarrollo pleno del ser humano, no obstante, las cantidades de carne que se consumen son demasiado elevadas. En efecto, se supone que, en promedio, un hombre de 80 kilogramos de peso no necesita más de 65 gramos de proteína al día, que se pueden encontrar en tres pequeñas porciones de carne (Perdomo, 2018). Cabe destacar que la cantidad de nutrientes que requiere un individuo al día, depende de varios factores como los son la altura, el peso, la edad y la actividad física que realiza, por eso se presenta un promedio que sigue siendo muy inferior a la cantidad de carne que se consume diariamente. 

C) Alta demanda de carne

Como se ha mencionado previamente, el problema radica no en el consumo de carne, sino más bien en la magnitud de su consumo, en su producción excesiva que al final del día tiene una sola causa: la demanda. “A pesar de que la carne ovina representa un porcentaje bajo de la producción en México ya que tiene un precio considerado alto, su consumo es cada vez más demandado por la población” (Cordero, 2009). No sólo es la carne ovina la que presenta un crecimiento en producción. Como se ha mencionado antes, la producción de carne en general ha mostrado crecimiento en varios países. Un factor que influye en este crecimiento es el aspecto cultural: no sólo en México pero también en el resto del mundo, gran parte de los platillos tradicionales de cada país, incluyen alguna presentación de algún tipo de carne, en grandes cantidades.

Además, la población mundial está viendo un gran crecimiento como se ha mencionado previamente. Los siete mil millones de habitantes que existen hoy en el planeta y con los que existen dificultades para mantener nutridos, como veremos más adelante, se convertirán en nueve mil seiscientos millones para el año 2050. Rey-Huerga (2018), explica la problemática de la siguiente manera:

Para alimentar a esta población más numerosa, más urbana y más rica, la producción de alimentos (excluyendo los alimentos empleados en la producción de biocombustibles) debería aumentar un 70%: La producción anual de cereales tendría que aumentar desde los 2.100 millones de toneladas actuales hasta los 3.000 millones, mientras que la producción anual de carne debería aumentar en 150 millones de toneladas" hasta alcanzar los 455 millones estimados, es decir un 50% más.Seguir con los actuales modelos de producción para satisfacer las futuras necesidades alimentarias comportaría un crecimiento insostenible de consumo de recursos naturales, aumentando en un 50% el consumo de energía y en un 40% el consumo de agua para 2050 (p. 202).

D) El factor ético: la crueldad contra los animales

Semejante crecimiento en la demanda de carne y por extensión, en su producción, lleva a las grandes empresas a producir carne a un nivel industrial en el que los animales son tratados como mercancía, como objetos: los juntan en espacios demasiado pequeños para sus números, sus dietas no se diseñan con base en sus necesidades nutricionales, sino con base en estrategias para que crezcan más y brinden más carne e ingresos económicos. Esto resulta en una disminución en el consumo de carne porque “existe un aumento de la conciencia ética de las sociedades avanzadas sobre el trato que reciben los animales en la producción intensiva, propia del sistema ganadero industrial” (Rey-Huerga, 2018 p. 203).

E) Consecuencias en la salud por el consumo excesivo de carne

A pesar de que todos los nutriólogos puedan estar de acuerdo en la necesidad de los nutrientes que se encuentran en la carne para una dieta equilibrada, hay estudios que demuestran que un exceso en el consumo de esta especie de productos, puede resultar nocivo para la salud. “Un estudio reciente concluyen que una dieta alta en proteí­nas de origen animal es dañina para la salud de las personas menores de 65 años, porque eleva el riesgo de padecer cáncer” (Perdomo, 2018). Además, la carne no sólo contiene nutrientes benéficos. “La ganadería industrial ha multiplicado por siete la proporción de grasa en muchas carnes de consumo alimentario” (Bras, 2005). El alto consumo de carne, conduce pues, al exceso de grasas que puede llevar a la obesidad. 

F) Contraste entre obesidad y desnutrición

El problema se agrava cuando se toma en consideración que mientras la obesidad mata a miles de personas, hay varios millones que mueren por desnutrición. Es decir, hay gente que muere por falta de alimento y por su sobredosis al mismo tiempo. En países como Etiopía “la falta de alimento como ocurre en las hambrunas, ha sido una de las principales causas de muerte [...] en épocas recientes, murió más gente de hambre que en la guerra” (Vargas, 1998). 

EL hambre se puede definir como la falta de alimento pero también como la falta de nutrientes. Se les llama hambre total y hambre específico respectivamente. En el caso del segundo, hay tres tipos de hambre: hambre de vitaminas, hambre de minerales y hambre de proteínas. Una dieta desequilibrada puede llevar a uno de estos tipos de hambre y por consecuencia se pueden encontrar gente con obesidad y con hambre al mismo tiempo. Las personas que no tienen todos los nutrientes necesarios, padecen de desnutrición. Se estima que dos terceras partes de la población mundial sufren de hambre de algún tipo. 

Existen casos de hambruna colectiva como la que hubo en Bengala, India cuando los japoneses bloquearon las rutas de comercio durante la Segunda Guerra Mundial en la cual se registraron un millón y medio de muertes o en Nueva Guinea, que el hambre es transmitida a los niños al nacer y el 80% muere antes de alcanzar la pubertad. Este fenómeno se clasifica como epidemia. El hambre total o aguda prevalece sobre todo en países subdesarrollados y es más visible por lo cual inspira más compasión que el hambre oculta, pero no por ello, es más peligrosa.

Hay varios factores que conducen al hambre oculta. Según Aceves (1987) uno de ellos es la monotonía alimentaria:

el hábito del hombre civilizado de alimentarse a base de un número restringido de sustancias alimenticias. Si se compara la alimentación de los grupos primitivos con los del hombre civilizado, la primera diferencia de importancia que se registra es que el primitivo disponía de un número infinito de plantas nativas y de animales que le servían de alimentos, mientras que el civilizado restringe esos recursos a una pequeña cantidad. Esto es de 2,000,000 de especies animales conocidas, aproximadamente cincuenta especies fueron domesticadas por el hombre y contribuyen para los recursos de subsistencia. Además, de las 350,000 especies vegetales del mundo, apenas 600 son cultivadas [...] Con la alimentación variada diariamente las deficiencias específicas de un día son compensadas el siguiente día, en cambio, con la alimentación monótona las deficiencias se consolidan y se agravan con el tiempo (p. 20).

Otro factor que influye en la desnutrición es la pobreza en vitaminas y minerales dentro de los cereales que consume la mayoría de la población. Existen casos en los que pueblos alejados de la “civilización” cuyos habitantes mantienen dietas pequeñas de productos nativos, no muestran ninguna carencia de nutrientes hasta ser colonizados e influenciados por los europeos, como lo fue el caso de los negros del Congo Belga cuya “dieta nativa a base de mijo, de sorgo, de mandioca, de batata dulce y de otros productos casi desconocidos”, cubría todas sus necesidades nutricionales, lo cual no siguió siendo cierto cuando adoptaron una dieta europea; los hábitos alimenticios de sus colonizadores causaron que surgieran problemas de carencias nutricionales.

La civilización del hombre también daña su alimentación por el sentimiento de hambre que sentimos hoy en día, que es de carácter psíquico y busca satisfacer el placer de comer antes de las necesidades de nutrientes específicos como lo hacen los animales, que “buscan instintivamente los medios de corregir la deficiencia específica” (Vargas, 1998) aunque existen casos de civilizaciones primitivas que recurren a comer tierra, huesos e incluso heces para cubrir ciertas deficiencias nutrimentales. 

Queda claro que hay muchos factores que contribuyen al hambre  y es por eso que no resulta sorprendente que tanta gente las padezca. Lo que sí resulta preocupante es que estos casos de hambre no se dan por falta de recursos ya que al mismo tiempo, existen tantos casos de sobrepeso y obesidad como de desnutrición.

“El sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud” (OMS, 2017) y se mide usando en índice de masa corporal (IMC), que consiste en una escala para clasificar el nivel de nutrición de una persona, dividiendo su masa en kilogramos entre el cuadrado de su altura en metros. A partir de un IMC de  25, se considera que la persona tiene sobrepeso y a partir de 30, obesidad. La obesidad presenta riesgos para la salud que pueden conducir a la muerte. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad causan más muertes que la desnutrición. Cada año mueren al menos 2.8 millones de personas por obesidad (OMS, 2017). 13% de la población mundial es obesa (Caudron, 2019).

Estos dos problemas son los dos lados de la moneda de la malnutrición. Tres mil seiscientos mil millones de personas tienen algún tipo de malnutrición dentro de las cuales mil seiscientos millones se encuentran en sobrepeso y no hay una relación establecida entre el sobrepeso y el nivel de ingresos de las personas. Además, el 20% del alimento producido por la Humanidad, es desperdiciado (Caudron, 2019).

Es alarmante que existan semejantes extremos en el mundo y queda en evidencia que los recursos disponibles es tanto un problema como su distribución. La gente se empieza a concientizar sobre estas problemáticas y a presentar posibles soluciones, algunas de las cuales cuales se puede y se deben llevar a cabo a nivel multilateral para poder ser eficientes.

III. Capítulo dos: Propuestas de soluciones y su viabilidad

A) El Vegetarianismo

Como se mencionó previamente, el veganismo o el vegetarianismo y la ecología son conceptos frecuentemente asociados. Se tiene la idea de que tienen que ir de la mano y que no pueden ser independientes el uno del otro. Cada vez hay más gente que sigue esta corriente de abandonar el consumo de carne, se está poniendo de moda. En el capítulo pasado se mencionó que la producción de carne había crecido del 90% entre 1985 y 2008, sin embargo a partir del 2008, en España, el consumo de carne ha disminuido de manera lenta pero constante. Según según las cifras oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los españoles consumían tres kilos de carne menos en 2017 que en 2016 (López, 2019), principalmente gracias a las corrientes del vegetarianismo y el veganismo.

1. El factor ambiental 


¿Por qué el vegetarianismo ayuda al medio ambiente? En caso de que no haya quedado claro, con el capítulo pasado, la ganadería explota los recursos de la Tierra. Según Langreo (2008):



El desarrollo de la ganadería intensiva registra unos costes medioambientales muy altos, que pueden poner en cuestionamiento su continuidad en algunas áreas pero, paralelamente, se ha convertido en una de las pocas actividades capaces de fijar población en las extensas áreas despobladas del interior peninsular y de competir en el entorno europeo (p. 44). 



Empero, la agricultura también provoca consecuencias para el medio ambiente. Para el crecimiento y desarrollo de los frutos y los vegetales, un factor determinante, es el suelo agrícola. Dicho suelo debe ser productivo. Según Graetz (2008):

La productividad del suelos es su capacidad para producir cultivos. Para que el suelo sea productivo es necesario que sea fértil [...] Un suelo es fértil si contiene y suministra a las raíces cantidades adecuadas de nutrientes, agua y aire para que el cultivo crezca y produzca bien (p. 23).


A su vez, debido a que los nutrientes y el agua son recursos finitos. Al ser un recurso finito, cultivar intensivamente el mismo suelo puede agotar su reserva. Esto lleva a la degradación del suelo, que es “cualquier pérdida de las propiedades de éste, necesarias para el buen desarrollo y rendimiento de los cultivos. Si no [...] se realizan prácticas agrícolas adecuadas, los suelos se degradan” (Graetz, 2008, p.39). En un mundo hipotético en el que todos los habitantes de la Tierra fueran vegetarianos, la degradación del suelo sería potencialmente, mucho peor de lo que es hoy en día. 

Pero el medio ambiente no sería el único perjudicado por el vegetarianismo. La salud del individuo se puede ver gravemente afectada si elimina el consumo de carne de su dieta.


2. El factor de la salud


Es común al encontrar a una persona vegana, que introduzca en la conversación el tema de su alimentación y que trate de persuadir a las demás personas de adoptarla, argumentando generalmente contra la crueldad hacia los animales y la sobreexplotación de los recursos. No obstante, dejar de comer carne representa un cambio demasiado grande en la vida de mucha gente como para aceptarlo y buscan desacreditar el movimiento. Argumentan que abandonar la carne puede resultar nocivo para la salud ya que puede llevar a una dieta desequilibrada. Pero puede que lo contrario sea lo cierto. Según un estudio de la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres, “una dieta provegetariana se asocia con un menor riesgo de muerte por enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular” (López, 2019). Además, una dieta basada en verduras y hortalizas puede ayudar a bajar de peso y a reducir el índice de masa corporal, siempre y cuando se cubran todas las necesidades.

“Las dietas restrictivas incrementan el riesgo de las deficiencias nutrimentales” (López, 2006 p.205) y como se ha visto anteriormente, una falta de proteína puede ser catastrófico para el desarrollo. Las proteínas son indispensables para el desarrollo, sin embargo la carne no lo es. “El estilo de alimentación vegetariano bien planeado puede cumplir con los requerimientos para mantener el crecimiento y desarrollo normal en los niños” (López, 2006 p.205). Las proteínas se pueden encontrar en fuentes muy variadas, no todas de origen animal que van desde los frijoles, las nueces y algunas verduras, hasta otros productos de origen animal como los lácteos e incluso en la carne sintetizada. El problema del vegetarianismo no radica, pues, en la salud, aunque sí existen ciertos riesgos que hay que tomar en cuenta si se adopta este estilo de vida. Según López (2006), estos riesgos son los siguientes:


  • La falta de planeación de los menús, que pueden implicar carencia de nutrientes y por lo tanto, malnutrición.
  • El consumo excesivo de energía en forma de grasas saturadas.
  • El estilo de alimentación vegetariano puede no ser apropiada para los niños porque:
  • El consumo de fibra se puede elevar hasta el doble de lo recomendado.
  • El consumo de grasas puede llegar a ser tan bajo, que se puede comprometer el aporte total de energía.
  • La ingestión proteica es a base de proteínas de menor calidad y menor biodisponibilidad.
  • Existen sustancias naturales, como los fitatos, que evitan la absorción de otros nutrientes indispensables para el organismo tales como calcio y cinc.
  • La capacidad volumétrica del estómago de los niños es limitada y la gran cantidad de alimentos de baja densidad energética consumida por los vegetarianos puede ocasionar deficiencia de nutrientes que afecten el crecimiento.
  • Algunos estudios han mostrado que los niños vegetarianos, sobre todo menores de cinco años, tienden a tener relación peso/talla, talla/ edad y peso/edad por debajo de la media para la población general (p.207).

Así que si bien, el vegetarianismo puede llevarse a cabo de manera saludable, eso no significa que no tenga sus riesgos, tanto como para la salud, como para el medio ambiente, y como veremos a continuación, no es la única manera de reducir el consumo de carne mientras se satisfacen las necesidades de proteína del ser humano.
B) Carne sintética  



Los factores examinados en el primer capítulo demuestran que la producción de carne es una de las problemáticas más urgentes a resolver del siglo XXI. Y no es que nadie haya buscado solucionarla. Todo lo contrario. Frente al gran crecimiento demográfico, la alta demanda de carne y la concientización sobre el medio ambiente, la salud y la crueldad animal, ha surgido un nuevo reto para la ciencia y una nueva oportunidad económica: encontrar un sustituto viable para la carne como fuente de proteína que cumpla tanto con el valor nutricional de la carne, como con su sabor y sea una mejor alternativa para el medio ambiente y la economía. 

Los científicos especializados en ingeniería tisular han trabajado para desarrollar carne cultivada. Trabajan para empresas como Mosa Meat y Modern Meadow. Estas empresas buscan la manera de producir alimentos de origen animal en un laboratorio a nivel industrial con base en tejidos de animales y han tenido éxito en la elaboración de hamburguesas, salchichas y hasta pechugas de pollo de laboratorio. El siguiente paso sería producirlas a nivel industrial. Y claro está, darle el sabor de la carne que tanto agrada al ser humano. Una causa inmedible del alto consumo de carne es su sabor. Al ser humano le encanta el sabor de la carne. Es difícil describir por qué su sabor es tan satisfactorio y el problema es que para la gente, la mayoría de los reemplazos de la carne “normal” no tiene un sabor agradable.

Otro lado de la innovación que busca hacerle frente a la industria ganadera es el alimento de reemplazo. Este busca duplicar la experiencia de consumir el alimento de origen animal que está reemplazando en todos sus aspectos, desde la apariencia y el sabor, hasta el valor nutrimental. Es decir que, sin usar ningún producto de origen animal, científicos, ingenieros, cocineros, agricultores y emprendedores, trabajan juntos para recrear en prácticamente todos sus aspectos un producto tradicionalmente de origen animal. El mayor ejemplo que encontramos hoy en día es Impossible Foods. Después de cinco años y más de ciento ochenta millones de dólares dedicados a la investigación, registraron todos los elementos sensoriales que conforman a la carne, desde los olores que evoca, su apariencia tanto cruda como cocida, los nutrientes que contiene, etc. y lograron sintetizar todos los nutrientes que son difíciles de encontrar fuera de la carne con base en productos vegetales.

Ahora Impossible Foods ha desarrollado un producto que llaman The Impossible burger, que consiste en una hamburguesa elaborada en un laboratorio con base en plantas cien por ciento libre de hormonas y antibióticos además de tener un menor impacto medioambiental. En comparación con la producción de una hamburguesa “normal”, la Impossible burger “utiliza el 95% menos de tierra, el 74% menos de agua, y genera un 87% menos de emisiones de gases de efecto invernadero que una hamburguesa de carne de vacuno” (Rey-Huerga, 2018 p.206). Pero el mayor atributo de la Impossible burger es, sin lugar a dudas, el hecho de que su sabor y aquel de las hamburguesas convencionales no es diferenciable para los consumidores. Incluso hay quienes afirman que sabe mejor que una hamburguesa convencional sin saber cuál es cuál. Pareciera que esta carne sintética es la solución perfecta. Pues resulta que no.

Hay dos problemas que hacen que la Impossible burger no sea una solución cien por ciento viable, aunque sea a corto plazo: la primera y probablemente la más importante, es que Impossible Foods no ha logrado conseguir el sello de seguridad a la salud porque se siguen haciendo pruebas por lo cual, todavía no se puede conseguir su producto a nivel comercial todavía. La segunda es que todavía existe mucha gente que no está dispuesta a consumir carne que no venga de un animal. Resulta un cambio demasiado drástico con el que no se sienten cómodos y se rehúsan a implementarlo. Y mientras hay quienes buscan eliminar el factor animal de la ecuación que es la industria ganadera, existen otros que buscan crecer el factor animal, usando ingeniería genética para que menos animales, rindan más carne.

C) Organismos genéticamente modificados  



La ingeniería genética le ha permitido a la humanidad llegar a límites antes inimaginados. Los organismos genéticamente modificados (OGM’s) son organismos vivos cuyas características han sido modificadas por la intervención humana. Esta no se limitan a la intervención en un laboratorio en el que alteran el ADN de las especies. También incluye la selección artificial o cría selectiva que se refiere a cuando el ser humano cruza individuos con características específicas y deseadas para que los descendientes las hereden. Al igual, cuenta como modificación genética cuando se cambia uno o varios de los elementos en el desarrollo del organismo, por ejemplo, la alimentación de un animal o la tierra de una planta. 

Bajo estos criterios, la humanidad lleva varios siglos practicando la modificación genética de los organismos. Un ejemplo claro ocurre con la llegada de los españoles a México en el siglo XV. Cuando llevaron chiles a Europa y los plantaron, el nuevo fruto no era similar al chile mexicano en varios aspectos, entre ellos, el picor. Pero un ejemplo más actual y más cercano al tema es aquel de la cría selectiva, a través de la cual se han obtenido ejemplares de vacas y de gallinas del doble del tamaño de los aquellos que poblaban la TIerra hace unos siglos. También se modifica su alimentación para conseguir ejemplares de mayor tamaño. Mientras es cierto que estos ejemplares requieren una alimentación más voluminosa que sus ancestros, también es cierto que brindan un mayor volumen de carne y por consecuencia, pueden alimentar a más personas.

El riesgo con los OGM’s es que pueden tener efectos no deseados en la salud. Sin embargo, no se puede generalizar en este aspecto, ya que las consecuencias dependen de cada organismo, de la modificación realizada y de la persona que lo vaya a consumir. Otros problemas que presenta esta práctica es la pérdida de biodiversidad y el hecho de que generalmente la modificación genética cae en la categoría de crueldad o abuso animal, debido a que las nuevas características de los animales modificados dificultan o impiden que terminen su ciclo de vida, sea porque llegan a un tamaño y a un peso superior a aquel que puede soportar sus piernas o porque sus dietas no son óptimas para su salud. Por otro lado, no es suficiente como solución, ya que la producción todavía tendría que aumentar junto con el crecimiento demográfico y seguirá habiendo comida desperdiciada. Por eso hay quienes buscan reducir la cantidad de desperdicio de comida.
D) Refrigeradores comunes 



Para brindarle comida a los que no tienen los recursos para conseguirla y para reducir la cantidad de comida que se desperdicia, en algunas de las grandes ciudades de Francia, han implementado los refrigeradores comunes, dentro de los cuales la gente deposita frutas, verduras o platillos preparados que no se van a comer en sus casas para que los puedan tomar aquellos que los necesitan y con la única responsabilidad de devolver los platos, cubiertos, vasos etc. 

Encima, dejando a un lado el hecho de que este proyecto no funcionaría en todos los países por cuestiones sociales o culturales, este proyecto podría reducir el desperdicio de comida que actualmente tiene una tasa del 20% de la comida producida (Caudron, 2019) y la malnutrición en el mundo de la que se ha hablado en el primer capítulo. Empero, estos esfuerzos no son suficientes para resolver por completo ninguno de los dos problemas y sigue sin disminuir los daños de la producción de carne. Se sigue sin poder mantener el ritmo a la demanda de comida que existe en el mundo.

E) Granja mundial   



Un factor que no se puede perder de vista si se va a juzgar los hábitos alimenticios de su población es la posibilidad que tiene para producir alimento. Las condiciones geográficas, como los componentes del suelo y sus propiedades, las condiciones meteorológicas como el clima, la temperatura, la precipitación, etc. y las condiciones económicas, específicamente nivel de ingresos, determinan sus posibilidades para obtener recursos que cubran las necesidades energéticas y alimenticias de cada país. 

Los países que no cuentan con las condiciones necesarias para producir sus propios alimentos, se ven obligados de comprar e importarlos de otros países que sí los tengan. El detalles radica en que dichos países tienen que alimentar a su propia población y mientras la exportación de sus recursos representa un ingreso económico, también implica una sobreproducción y sobreexplotación de los suelos de los países productores. 

El crecimiento demográfico sólo agrava esta situación porque al crecer la población, también crecen sus necesidades y por lo tanto, la sobreproducción y la sobreexplotación de los recursos también crece. Sin embargo, hay un país que parece mantener el paso del crecimiento demográfico con el de su producción: Brasil. Van Eeckhout (2011) describe por qué el país tiene esa capacidad:

Brasil goza de una diversidad de climas y ecosistemas que permiten la producción de casi todas las especies vegetales comestibles, tanto aquellas del mundo tropical como aquellas del árido. Su dinamismo agrícola se basa en un movimiento continuo de expansión en las áreas de sabana del centro y en las márgenes del Amazonas.

Esta riqueza en sus ecosistemas y la organización del sector agricultor del gobierno de Brasil, contribuyen a que hoy en día, se le conozca a la nación como la “granja del mundo”. Brasil es el responsable de que mucha de la comida que consume la gente llegue a sus platos. Es probable que la mitad de su desayuno, venga de Brasil. Van Eeckhout (2011) también habla del alcance y del éxito productor de Brasil:

Brasil es el primer productor y exportador mundial de azúcar, café y jugo de naranja y primer exportador de carne de res, soya y tabaco, y segundo exportador de pollo. Y eso al mismo tiempo incluso que dos tercios de su producción agrícola se destina al consumo interior. 

A pesar de esto, sería un error pensar que Brasil es la solución a todos los problemas descritos. El hecho de que Brasil tenga los recursos necesarios, las condiciones geográficas, las capacidades de producir suficiente alimento para todos aquellos que no las tienen, no significa que deba hacerlo. Probablemente se podría producir suficiente comida en Brasil para alimentar a todo el mundo, pero eso implicaría la destrucción de muchos ecosistemas que contribuyen al equilibrio del planeta Tierra. La expansión de tierras destinadas a la producción de comida ha se está extendiendo sobre la selva amazónica, uno de los “pulmones de la Tierra” más importantes por el gran intercambio de dióxido de carbono por oxígeno que además alberga mucha de la biodiversidad del planeta. Se estima que la selva amazónica es hogar del 80% de más de 55,000 especies de plantas y del 60% de las selvas tropicales del mundo (Bunyard, 2007). Los ecosistemas brasileños no son un precio aceptable para la producción de suficiente comida que ni tiene la garantía de alcanzar a todo el mundo. Otro lado por el que se busca resolver el problema, es produciendo diferentes tipos de carne cuyos costos sean menos elevados.

F) Carnes alternativas


Otra propuesta para reducir los costos medioambientales y la pérdida de biodiversidad, es aumentar el consumo de carnes de otros animales que no tengan un impacto tan elevado como aquel de la carne de puerco, de res o el pollo. “El porcino, principal suministrador para la industria de segunda transformación, aporta alrededor de 60% de la carne, la avicultura 20% y el vacuno 13%” (Langreo, 2008, p.60) y los datos que se han manejado en esta tesina, hablan de esos tipos de carne. Hay gente que busca alternativas como la carne de caballa que según Vanegas Azuero (2016), es benéfica para la salud:

La carne equina, catalogada por algunos autores como “carne saludable” puede constituirse en una alternativa interesante en el mercado de las carnes rojas, debido a su alto valor nutricional representado principalmente en su perfil de aminoácidos, y en el alto contenido de hierro y de ácidos grasos poliinsaturados (p. 87).

El problema con la carne equina es que mucha gente no está dispuesta a consumirla debido a que consideran al caballo como un animal demasiado cercano al ser humano y ven su consumo como algo inmoral. Este es el mismo problema que existe con el consumo de carne de perro aunque probablemente a menor escala: la gente no se siente cómoda comiendo animales acompañantes a los que algunos consideran amigos aunque estos sean criados con el propósito de alimentar. Por alguna razón, el remordimiento que sienten al comer caballo, desaparece si se trata de una vaca o de un cerdo aunque el animal sufra igual y sea tan cercano de lo que lo sería un caballo criado para el consumo. Otra fuente de carne alternativa es el conejo.

La carne de conejo tiene muchos beneficios sobre las alternativas más tradicionales. Olivares (2009) las enumera de la siguiente manera:

La carne es muy nutritiva, con poca grasa y colesterol y es abundante en proteínas • Como los animales son herbívoros, no compiten con las personas por los alimentos, y se adaptan con facilidad a distintos medios • Los costos de inversión y mano de obra son pocos, y los miembros más vulnerables de las familias pueden ocuparse de cuidarlos • Son muy productivos, porque tienen hasta 40 crías al año, en comparación con 0.8 del ganado vacuno y 1.4 del ovino (p. 193).

Además, a pesar de su bajo consumo, la curnicultura presenta varios beneficios para los pequeños y medianos campesinos ya que los conejos son fáciles de manejar, no tienen un costo tan elevado y representan la posibilidad de generar ingresos modestos pero constantes sin importar la época del año. Olivares (2009) presenta los siguientes obstáculos para la producción de carne de conejo como alternativa en México:

Pese a estas ventajas, el progreso de la cunicultura en México ha sido limitado sobre todo por falta de apoyo oficial, carencia de políticas sanitarias que eviten las epizootias, poco interés en las instituciones de enseñanza e investigación, ausencia de animales mejorados genéticamente, poca difusión del consumo de esta carne y organización precaria entre los productores [...] En el caso de Tlaxcala, a partir de 1998 los gobiernos estatal y federal apoyaron la cunicultura con el objetivo de incentivar la ingesta de esta carne entre las familias rurales, para fomentar el autoconsumo y mejorar la calidad de la dieta de sus habitantes; sin embargo, los beneficiados no la comen debido a sus tradiciones, y por ello optaron por venderla en la localidad y la región [...] Para 2004, el incremento constante de la oferta provocó una crisis que causó un descenso significativo de los precios pagados al cunicultor (p.193).

Otras desventajas de la producción de conejo incluyen el riesgo de que se conviertan en una plaga por falta de un depredador natural como ha sido el caso en Australia desde el siglo XIX (Barbieri, 2016) aunque la razón de más peso, es que al brindar ingresos tan modestos, las grandes compañías ganaderas, prefieren invertir en carnes más exitosas como lo es la carne de res. 

Pareciera que no existe ninguna solución al problema del consumo de la carne, pero como se analizará a continuación, existe una posible solución que no se ha explorado todavía y que podría resolver más de un problema a la vez.



IV. Capítulo tres: la alimentación como solución
A) Comedores comunes en las escuelas



La propuesta que plantea este trabajo para resolver la problemática principal que además tendría repercusiones positivas en otros retos para la humanidad, consiste en comedores comunes para los estudiantes en las escuelas. Estos comedores brindarían a todos los estudiantes un desayuno y un almuerzo cada día. El costo de estas comidas sería cubierto por el gobierno para las escuelas públicas, por lo cual es posible que se tendrían que aumentar los impuestos para la sociedad civil, y estaría incluido en la colegiatura en las escuelas privadas, cuyos costos lógicamente, también aumentarían. Los menús de estas comidas serían diseñados por nutriólogos en colaboración con ambientalistas expertos para cumplir con las necesidades nutrimentales de los estudiantes sin sobreexplotar los recursos naturales. 

De esta manera, las escuelas podrían disminuir o controlar a cierta medida la cantidad de consumo de carne y por consecuencia, la demanda de carne que a su vez, disminuiría la oferta y por lo tanto, la producción. En pocas palabras, las escuelas podrían controlar el nivel de producción de carne, lo podrían reducir de manera controlada y equilibrada y así generar un impacto positivo en el medio ambiente; se reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero y la explotación de recursos de la industria ganadera sin llegar a un extremo en la producción de vegetales.

Como ya se mencionó, este proyecto puede potencialmente resolver más de una problemática. A continuación, se presentan otras repercusiones positivas que tendría este proyecto en otros ámbitos.
B) Pobreza y educación



Esta propuesta enfentaría, en primer lugar, a la pobreza y a la desigualdad socioeconómica, ya que, si las escuelas se encargan de la comida de los estudiantes, esto representaría varias bocas menos que alimentar, por lo cual, las familias, independientemente de su situación socioeconómica, podrían destinar los recursos antes reservados para el alimento, a otros fines que amplíen su calidad de vida como una mejor vivienda, ropa, servicios médicos, inversiones económicas, seguros, actividades culturales (museos, clases de arte, conciertos, viajes, entre otros), etc. 

En segundo lugar, esta propuesta lograría mejorar la calidad de la educación a un nivel mundial, no por un cambio en el sistema educativo, sino más bien por un cambio en los estudiantes. En efecto, hay muchos jóvenes que no logran una concentración óptima en el aula de clases, debido a que no desayunaron o a que su desayuno fue pobre en cuanto a nutrientes. Se dice que el desayuno es la comida más importante del día porque aporta la energía necesaria para estar activo el resto del día. Para que esto funcione, el se recomienda que el desayuno contenga fruta para brindarle al cerebro la glucosa que necesita para funcionar correctamente. Al encargarse de que los estudiantes cuenten con un desayuno equilibrado y nutritivo, las escuelas lograrían mejorar el desempeños académico de su alumnado. 

Además, al cubrir la necesidad alimentaria de los estudiantes, habría menos jóvenes que se vieran obligados a trabajar todo el día, todos los días para poder conseguir comida y entonces, podrían dedicarse a sus estudios. Si más personas fueran a la escuela y si su desempeño fuera mejor, tendrían más oportunidades económicas en el futuro independientemente de su origen. Sería un paso hacia la igualdad en oportunidades que facilitaría la salida de la pobreza.
C) Nutrición



Por otro lado, los comedores comunes mejorarían el desarrollo y la salud de los estudiantes ya que brindaría los nutrientes necesarios para ello de manera equilibrada. Como se ha visto en el primer capítulo, un problema grave en el mundo, es que hay demasiada gente que sufre de desnutrición al mismo tiempo que otros sufren de obesidad. La desnutrición, por lo menos infantil se eliminaría al brindarle alimento a los niños y la obesidad infantil se eliminaría al asegurarse que dicho alimento no sea demasiado. 

Todos los jóvenes tendrían acceso a una dieta completa y equilibrada siempre y cuando fueran a la escuela y no tendrían razón para no ir. Pero esta mejora no se queda en la juventud ya que para los estudiantes será más fácil mantener los hábitos saludables si empiezan a llevarlos a cabo desde una edad temprana por dos razones: la primera es el hábito que formarían de comer saludablemente y la segunda, es el hecho de que al poder completar su educación, tendrán más oportunidades de empleo que les permitan mantener económicamente su dieta. Cierto, es una solución de mediano a largo plazo pero poco a poco, se lograría eliminar la malnutrición aunque sea a nivel infantil.
D) Desarrollo social



Claramente, este es un proyecto grande que en caso de que se aceptara, tomaría mucho tiempo e implicaría muchas negociaciones económicas ya que muchos países tendrían que importar al alimento de otros lugares para brindarle las comidas a las escuelas, tendrían que subir los impuestos para cubrir los costos de los alimentos, se tendría que contratar a los expertos para que diseñen los menús y a cocineros para que los preparen, se tendría que conseguir la infraestructura y los utensilios para preparar y servir la comida, etc. lo cual genera una ventaja y una desventaja para la propuesta: la ventaja es que había un leve impulso económico con una oferta de empleo y una demanda de productos considerable. La desventaja es que al ser un proyecto tan polifacético, se vuelve más complicado implementarlo a nivel nacional, sin mencionar a nivel mundial en el futuro cercano. No obstante, se puede contemplar la posibilidad de comenzar con algunas comunidades mexicanas, por ejemplo las escuelas de Cuajimalpa, para probarlo y posteriormente expandirse hasta llegar a un proyecto internacional en caso de obtener resultados positivos.

V. Conclusión 



La sobreproducción de carne con fines alimenticios presenta uno de los retos más grandes para la humanidad por su enorme magnitud que conlleva graves consecuencias para el medio ambiente y para la salud, sin embargo, se puede disminuir la producción de carne al controlar las dietas de los seres humanos porque, esta sobreproducción es dañina por su magnitud, ya que se destinan muchos recursos para satisfacer la gran demanda. 

El problema con la ganadería es que los animales requieren mucho cuidado y alimentación. Se gastan muchos recursos en la producción de carne ya que una vaca necesita comer y tomar agua y las plantas que come también necesitan agua y suelo. Por ello, es muy grande la cantidad de recursos que se requieren para llevar a cabo la ganadería. Los desechos también presentan un problema. Las heces de las vacas emiten grandes cantidades de metano, un gas de efecto invernadero que aumenta el calentamiento global.

También existe el factor del desperdicio. En algunos países como en Estados Unidos, se produce mucha más carne de la que se consume. Es cierto que si la gente redujera su consumo de carne, la producción bajaría pero seguiría siendo mayor a la necesaria y eso sería si gran parte de la población cambiara sus dietas, cosa que no quieren hacer aunque la industria ganadera sí presenta un grave problema para todos los habitantes de la Tierra.

Se ha tratado de adoptar diferentes estrategias para resolver estas problemáticas sin mucho éxito. Además, algunas de estas estrategias acaban causando más mal que bien, como el vegetarianismo que, si se sigue llevando a cabo, implicaría una sobreexplotación de suelo o la hamburguesa imposible que reemplaza completamente la carne de res, cumpliendo con su sabor y textura y tiene un impacto ecológico mucho menor al de la carne tradicional, pero todavía no se produce a nivel industrial ni se puede adquirir a nivel comercial porque se siguen haciendo pruebas para verificar sus consecuencias en la salud.

Una manera de resolver la problemática es implementando comedores comunes en las escuelas para que los estudiantes puedan desayunar y almorzar con comidas diseñadas por expertos para que sean nutritivas y equilibradas independientemente de su estado socioeconómico. Al controlar lo que comen los jóvenes, se puede reducir la demanda de carne y por consecuencia, la producción.

Este proyecto atacaría varias problemáticas a la vez: la pobreza, la salud, la desnutrición, la obesidad, la educación y la crisis ambiental, sin embargo, implicaría mucho trabajo y una gran inversión por parte del gobierno y las escuelas ya que se tendría que construir la infraestructura para preparar y servir los alimentos, contratar a gente que se encargue de prepararlos, servirlos y encargarse de los desechos, obtener los alimentos para preparar las comidas, diseñar los menús, que tendrían que cumplir con varios requisitos, etc. lo cual pone en duda su viabilidad.

Considero que, a través de esta investigación se logró describir a bastante detalle los daños que genera la sobreproducción de carne, tanto al medio ambiente, como a la salud de los humanos. Se identificó como causa, los hábitos alimenticios, que llevan a una gran demanda de carne. Se describió toda la problemática de la malnutrición, señalando causas y consecuencias y se propuso un proyecto que controlaría la dieta de una porción significante de la población (que a largo plazo crecería), el cual, a pesar de presentar complicaciones, lograría resolver muchos problemas y podría potencialmente controlar la demanda y la producción de carne. 



En conclusión, el ser humano ha puesto en riesgo el bienestar del planeta con sus hábitos alimenticios que incluyen una cantidad demasiado alta de carne que a su vez tiene graves consecuencias en la salud y en el medio ambiente. Esto presenta un grave peligro para los humanos ya que nuestra supervivencia y nuestra salud están ligados con el equilibrio del planeta, mismo que estamos poniendo en riesgo pero podemos salvarlo si solamente cambiamos nuestros hábitos alimenticios. El cambio comienza en uno mismo.


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