¿Creer para comprender o comprender para creer?

Con esa pregunta arrancamos clase de filosofía el otro día. Se suponía que teníamos que elegir una de las dos opciones y argumentar a su favor. Escribí lo siguiente al respecto:

Son dos caminos diferentes pero al final, ambos son válidos. Uno puede creer en algo que no comprenda... sin embargo, no estoy seguro de que se pueda comprender algo sin creer en ese algo primero. De hecho, hay veces que comprender algo te lleva a dejar de creer en ese algo como en la magia. Me refiero a los trucos de cartas y de sacar conejitos de los sombreros y cosas así, no a Harry Potter. Así que, ¿se necesita creer para comprender? Definitivamente creo que comprender implica creer al igual que razonar y aprender y confiar en que ese razonamiento es válido y que ese aprendizaje es verídico. En la escuela, cuando aprendes cosas por el método que sea, uno cree que todo el conocimiento adquirido es totalmente real. Aquí volvemos a ver las ideas de Orwell: quien controla el presenta controla el pasado. Yo confío plenamente en lo que aprendí en la escuela pero ¿cómo puedo estar seguro de que los eventos históricos sí sucedieron como dicen los libros? ¿O de que el calentamiento global existe y no es un invento de los líderes del mundo para impulsar el desarrollo de energías renovables? La gente crece más cuando se cree en crisis. A mí no me consta que los polos se estén derritiendo, nunca los he visto en persona. Tampoco tengo ninguna evidencia que diga que estamos hechos de átomos y que esos a su vez están hechos de electrones, protones y neutrones. Pero aunque fuese ficción, yo comprendo esos sistemas y procesos complejos y creo en ellos. Los creo reales, así como creí en ellos cuando me los enseñaron en la escuela. Y creí que lo que estaba aprendiendo era verdadero mucho antes de comprenderlo. Y si nos vamos al tema de la religión, estoy prácticamente seguro de que si bien varios de nosotros podemos creer en Dios, ninguno de nosotros puede comprenderlo verdaderamente. Otro ejemplo que se me ocurre es el de las energías renovables: este verano tomé un curso del tema muy interesante, pero antes de eso, yo creía que la energía nuclear era muy peligrosa pero no comprendía cómo funcionaba. Ahora comprendo a grandes rasgos cómo funciona y creo que el riesgo es mínimo. Podría decir incluso que lo sé. Entonces puede haber una creencia sin que haya comprensión, pero yo mantengo que no puede haber comprensión si no hay primero creencia.