Identidad Nacional

Resultado de imagen para mexico cultura

Con el motivo de conmemorar el día de la Independencia, me gustaría compartir con ustedes algo que escribí ya hace unos ayeres en tercero de secundaria para una guía de Formación Cívica y Ética. Es una reflexión de lo que para un Javier más joven significaba ser mexicano. Espero que disfruten y les pido que tomen en cuenta dos cosas: que esto fue escrito hace tres años durante los cuales he cambiado mucho y que estas son respuestas a preguntas que me hicieron. Creo que en ese entonces escribía mejor. Vayamos allá pues.


1. ¿Qué significa pertenecer a una nación? Con mi definición, pertenecer a una nación sólo significa vivir en ella, aunque sea ilegalmente. Los criminales, prisioneros o prófugos, los inmigrantes (legales o no), los indígenas (aunque no estén registrados oficialmente), los refugiados que viven en un país también son parte de él, se sientan identificados o no; sientan orgullo y amor por su patria o no; “pertenezcan” o no.

Ahora, las siguientes dos preguntas retoman los temas de la primera guía que usted, mi estimado, me dio y me dijo que revisara cuando yo mencioné que mis primera guías no eran tan buenas. La primera guía de Diego Puig Saval para Javier Hurtado Serrano hablaba de la identidad personal ante una sociedad contemporánea y mis respuestas, en efecto, eran una perfecta porquería, inútil para esta guía. Parece una de las guías de Núñez (no le digas que escribí eso).

Pertenecer a una nación influye directamente en tu forma de vivir, te guste o no. Aunque, según Pablo Neruda, no debes dejar que tus alrededores te definan, tu país dicta varios aspectos de tu vida. Si vives en México, comerás tacos (lo único rescatable de mi guía #1 de 2º de secundaria). No puedes nadar en el mar cualquier día si no vives en la playa; si vives en un país que está en guerra, conocerás la violencia; no puedes obtener lo que no te brinde tu país. Tu país y sus leyes te rigen; sus ideologías te forman; te acostumbras a sus costumbres; te adaptas a sus condiciones; participas en sus tradiciones o te distingues por no hacer alguna de estas cosas.

El ser mexicano es un hermoso ejemplo de esto. El ser mexicano dicta mi dieta; significa que la tortilla es básica y que yo soy un bicho raro por no comer chile. El ser mexicano vuelve a las culturas prehispánicas y a músicos como Juan Gabriel, Café Tacuba, o Vicente Fernández en cultura general. El ser mexicano es lo que saca la profundidad y la emoción de lo que escribo en estas guías, que no serían iguales si viviera en un país “primermundista” o si yo no contara con acceso a la literatura y la información como es el caso en los países con gobiernos totalitarios. El ser mexicano significa que puedo visitar docenas de sitios arqueológicos maravillosos; que por ser estudiante, la mayor cantidad de museos de un país, es gratis para mí; que todo cuesta pesos mexicanos y que cualquier otra moneda parece mucho mayor por el simple hecho de ser extranjera; que el gobierno era, es y (muy probablemente) será una reverenda porquería de la cual hay que avergonzarse y que es mi responsabilidad cambiarlo; que la pobreza y la riqueza están tan cerca y tan lejos; que las calles son, por acuerdo, un desastre; que todos los males se pueden curar con un sal de uvas picot, vic vaporub, agua oxigenada, una curita o un tempra forte; que no se puede salir de la casa solo por la inseguridad; que la pobreza, la injusticia, la inflación, la contaminación, el desempleo y la corrupción son de los peores problemas de mi sociedad; que Estados Unidos tiene una gran influencia sobre nosotros; que Amazon.com.mx es mi tienda más frecuentada.

Parece que ya estoy contestando la pregunta 5. Ahí lo dejaré por ahora.


2. Los valores que he heredado no son los que he heredado porque estén muy presentes en México y su cultura, sino todo lo contrario: es la ausencia de estos valores la que me los ha introyectado. (Spoilers para la 4) Conocí extranjeros que llevaban unos años en México y que percibían que aquí, la gente no hace más que mentir y tranzar a quienes puedan. Yo me considero un individuo honesto y justo, valores que generalmente destacan por su ausencia en México, al igual que la responsabilidad que mis compañeros dicen que me caracteriza.

Marisela me comentó que este fenómeno de rechazar una tendencia en tu vida tenía un nombre pero que era mucho más común adoptar dicha tendencia en vez de rechazarla. Parece que ya rechacé tres, aunque cabe mencionar que he adoptado estos valores porque en el pasado, sus opuestos me perjudicaron a mi entonces manera de ver, gravemente, y son los casos en los que aprendí. No sé cómo se llame el antivalor o costumbre característica del mexicano de dejar todo para el último día, pero, aunque ya haya sufrido sus consecuencias en múltiples ocasiones, aquí estoy, a las 11:30pm, haciendo la guía que se entrega mañana. Ay, cómo me detesto. Pero cómo disfruto escribir estas guías del mal (es una expresión, no te me ofendas, Diego).

Es un cambio muy repentino pero tengo que contestar la pregunta y avanzar hacia las tradiciones y costumbres mexicanas que me han sido heredadas. Supongo que una costumbre heredada sería rezar todas las noches aunque auténticamente creo que es una buena práctica para agradecer todo lo que yo considero que Dios me dio. Entiendo que para alguien que no cree en Dios, este puede ser un argumento inválido o no entienda mi mentalidad o piense que es inútil pedirle ayuda a un ser todopoderoso a quien nadie haya visto y cuya existencia no tenga prueba alguna, pero ¿qué le vas a hacer? Esas son mis creencias y opiniones

NOTA DE DIEGO: Blaise Pascal: “Ponderemos los riesgos de quien toma el partido de creer en la existencia de Dios. Si gana, gana todo. Si pierde, no pierde nada.” 

Otra costumbre (¿o tradición?) sería la comida mexicana. Por si no le resulta obvio al lector después de tanto tiempo leyéndome, la comida mexicana me parece una de las siete maravillas del mundo y comer, uno de los mayores placeres. Me encantan los chiles en nogada en septiembre (aunque piquen), el pan de muerto, tradicionalmente en noviembre (pero lo venden desde octubre), la rosca de reyes en enero, los tacos, los sopes, las tortilladas (enfrijoladas, enchiladas, enmoladas, etc.), las quesadillas (tengan queso o no), las tostadas, los ceviches, las gorditas y las flautas de todo el año, el pozole del jueves, el esquite del domingo (justo me estaba comiendo uno)...

Me encanta desatar mi furia pegándole a una piñata para liberar la dulzura encarcelada dentro en las fiestas… soy un gordo, ¿okey? Deja de juzgarme. Y no lo niegues: lo estabas pensando.

3. No hay tal cosa como un solo ser humano que represente todo lo que significa “lo mexicano” por razones que mencionaré en la pregunta 5 pero si tuviera que escoger a un mexicano de nuestra historia que tiene un poco de todo y que es de lo mejor que nuestro país puede ofrecer, tendría que escoger entre Cantinflas (actor, genio lingüístico, define el ingenio mexicano y presenta distintas realidades mexicanas en sus películas, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes 1911-1993), Chespirito (actor icónico de México, Roberto Gómez Bolaños 1929-2014) y el Capitán Carlos Camacho Espíritu (migrante por necesidad económica a EE UU, fundó Africam Safari, educó a ocho hijos maravillosos con valores mexicanos, murió heroicamente 1930-1976) pero probablemente me iría por el último ya que hizo lo que hoy en día le critican más a los mexicanos: se fue de ilegal a trabajar en EE UU. No sólo consiguió trabajo, sino que en su trabajo, ayudaba a los demás mexicanos. Rompió un record Guiness y fue capitán de aviación. Desarrolló sus propias medicinas y sus propias farmacias. Venía de orígenes muy humildes y, gracias a su ingenio, logró cosas espectaculares. Valoraba mucho a la familia y fundó Africam Safari, uno de los mejores parques de todo México (y no me pagan por decir eso). Representa la esencia del mexicano. En otra ocasión, voy a hacer un trabajo exclusivamente de este hombre para hacerle justicia.

NOTA DE DIEGO: Me gustaría porque sinceramente no lo conocía hasta ahora. Qué bueno que no fuiste por Benito Juárez o Hidalgo; se agradece.


4. Como (medio que) mencioné antes, he tenido contacto con mucha gente de diferentes nacionalidades que comparten sus opiniones sobre México: unos búlgaros que nos consideran unos mentirosos, tranzas que nunca dicen lo que piensan sino que se van con rodeos al hablar, unos franceses, que consideran que su bandera, su himno, su ambiente, su comida y su educación son mejores, unos estadounidenses que pensaban que nos vamos a la escuela en burro, un peruano que cree que necesitamos que nuestra comida tenga muchos ingredientes o mucho sabor para disfrutarla y unos noruegos que pensaban que no teníamos buenos chocolates. Me gustaría decir que esas afirmaciones son respectivamente: general y tristemente cierto, cierto, totalmente cierto (nunca decimos ni sí ni no, primero explicamos y justificamos hasta el precio de la mantequilla), falso (Águila. Serpiente. Nopal. ¿Capish?), cierto por poco, cierto, falso (ver pregunta 2), tristemente cierto, completamente falso (tenemos camiones), a veces cierto y a veces falso (podemos disfrutar una tortilla con sal y un pan con aguacate, eso es poco sabor… ¿no?) y por último CIEN POR CIENTO FALSO, no sólo el chocolate viene de México sino que tenemos de los mejores chocolates (abuelita, chocomilk, oaxaqueños, etc.) Creo que los extranjeros nos perciben como el hermanito chiquito de EE UU porque su cultura tiene una gran influencia sobre la nuestra y compartimos frontera con ellos. Creo que las noticias y las redes sociales nos han pintado como una nación primitiva, pobre, débil, llena de crimen y drogas donde la única profesión honesta es el mariachi, el principal método de transporte es el burro y la única bebida es el tequila. Eso es de lo que la gente se entera y eso es lo que la gente piensa.

México es un país megadiverso, hay de todo, no hay nada que nos distinga a todos, no podemos totalizar. Ningún estereotipo mexicano puede ser cierto para todos nosotros.

NOTA DE DIEGO: Nos define la diferencia. Totalmente diversos.


5. Y yo que quería hacer mi trabajo bimestral sobre ésto. Bueno, ya qué. Vayamos allá pues.

Hay tantas cosas que conforman el ser mexicano que no sé por dónde empezar. No hay jerarquía dentro de los siguientes aspectos. Ser mexicano significa que Magi (pronunciado magui), Valentina y Miguelito, no son personas sino salsas; Tabasco no es un lugar, búfalo no es un animal e inglesa no es una nacionalidad; antes falta el agua que el refresco en una casa; no se necesitan cubiertos para comer, unas tortillas bastan; las enchiladas, los chilaquiles y un taco de salsa, se definen como tortilla frita con salsa pero no son lo mismo; una quesadilla no tiene que tener queso; cinco minutos son menos de un minuto; si alguien te cita a las tres a comer o alas ocho a cenar, lo educado es llegar mínimo 15 minutos tarde; siempre cabe uno más; si no puedes convencerlos, confúndelos; la luz amarilla no significa “precaución”, sino “acelerale”; cumplir 18 años significa que lo que llevas haciendo por mucho tiempo, ahora es legal y que te pueden arrestar; no hay nada más importante que la familia; el policía no te multa por responsabilidad sino pa pagar el cafecito; el ladrón no entra a tu casa en la noche sino que te sonríe desde la televisión; el narco está en todas partes; todos, hasta los negros, somos güeros en cuanto entramos a un mercado; la abuela siempre tiene la mejor receta de algo; entre el vick vaporub, la sal de uvas picot, el agua oxigenada, las curitas y los tempra fortes, tu tía tiene un remedio para todo mal… y si eso no funciona, siempre estará el “sana sana, colita de rana…”; Cielito lindo es una obra maestra, de las mejores obras musicales y cualquier tarado que no la conozca, no merece tu atención; los quince se celebran en el ángel; nada nunca cuesta lo que te dicen que cuesta; cualquier restaurante respetable, tiene aguas de jamaica, tamarindo, horchata y limón; el tequila es básico; las abuelitas toman rompope; el cactus se come; si alguien puede hacerlo, ¿pa qué lo hago yo? y si nadie puede, yo tampoco; ¿por qué hacer ahora lo que puedo hacer mañana?; todos los chocolates en polvo son chocomilk; la necesidad nos lleva a trabajar, la ambición a robar; hay cuatro tipos de personas: los nacos, los fresas, los nacos que se creen fresas y los hipsters ( no existen fresas que se crean nacos), pero nadie sabe a qué grupo pertenece; pedir un taco de “carnitas” siempre es un riesgo que vale la pena; todos conocemos a doña Mari; en la cabecera de la cama del cuarto principal, está la virgen de Guadalupe; el que no aguanta el picor del chile, tiene que ser gringo u homosexual (por no decir otra cosa) y eso, es malo; tus amigos son las personas que más insultas; la chancla y el cinturón son más que prendas en las manos de tus papás, más aún cuando rompiste un plato o reprobaste una materia; todos conocen a los González o a los Pérez; todos los estados tienen un acento, menos el tuyo, obvio; los chilangos son detestables; cada grosería tiene doscientos significados, usos y aplicaciones diferentes (como la palabra órale); “el gobierno es la causa de todos tus problemas”; el mejor queso, lo venden en la calle; los pañuelos desechables se llaman kleenex, las barras adhesivas, pritt y los contenedores herméticos, topper; la comer, el superama, el “walmar”, chedraui, soriana y la bodega aurrera, son el súper; ser mamá significa poder lavar y planchar ropa, coser, tejer, ser médica, psicóloga, adivina, juez, saber cocinar, hacer las camas, barrer, trapear, tener un grupito de amigas llamado comadres con quien te juntas una vez a la semana para “jugar”, avergonzar a tu hijo frente a sus amigos con tan sólo existir y poder ser bondad pura o furia demoníaca; el topper de crema, rara vez tiene crema; no era penal; el Chicharito, el Piojo, Chespirito, la Gaviota, la Paloma y Cantinflas, son personas; todos crecimos con las canciones de Cri-Cri; el fútbol es una religión; nuestro estómago está tan jodido que aguantamos cualquier alimento; “mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima”-Calle 13; el racismo en nuestra contra, nos hace humildes e incluyentes no hay un número máximo de veces que podemos conjugar el verbo decir (“y que agarra y que me dice: dice no, dice”); según Miranda Sánchez, somos “chingones, a toda madre” (perdón por su vocabulario).

NOTA: son aspectos generales y estereotípicos. No aplican para todos los mexicanos.


Y para ustedes, ¿Qué significa ser mexican@?

Resultado de imagen para mexico cultura


Comentarios

Entradas populares