Qué NO hacer si quieren visitar el Volcán Poás

Si no quieren leer toda la entrada, quédense con esto:

  1. NO TOMAR UBER A VOLCÁN POAS. Sólo el bus que sale desde Alajuela sólo a las 9am.
  2. Si el camino se ve raro, es probable que por ahí no sea la entrada oficial a un parque nacional.
  3. Los costarricenses son geniales a veces.
  4. 911 se puede marcar con un chip extranjero.
  5. No creer todo lo que dice TripAdvisor.
  6. Siempre llevar cacahuates y agua en el backpack.
  7. El repelente de mosquitos es básico para ir a la selva.
  8. Un bastón para caminar puede ser muy útil.
  9. Tener cuidado con dónde decides visitar en Costa Rica. Habla con gente que acabe de ir recientemente.

Uno de los parques nacionales de Costa Rica que me habían recomendado mucho visitar es el volcán Poás. Mi amigo Miguel y yo queríamos visitarlo antes de ir a Manuel Antonio donde pasaríamos una noche antes de visitar el parque de Manuel Antonio. Mike (mi jefe) me había dado tres días libres para ir a Manuel Antonio. El plan era ir en la mañana a Poás y luego tomar un bus a Manuel Antonio. Yo había leído en Tripadvisor que para llegar a Poás, había un bus desde Alajuela que te llevaba directo al parque y que incluso lo puedes tomar para regresar a San José. Compramos boletos en línea para el parque con reservación para las 11:20. Íbamos a salir del hostal a las 9, tomar un bus para Alajuela y ahí tomar el que nos llevaba directo al parque, ver el parque, regresar a San José y luego tomar otro bus a Manuel Antonio.

Llega el día. A la hora del desayuno, Mike se sorprende de ver que no me ido y me dice que el bus que te lleva de Alajuela al volcán sólo sale una vez al día a las 9am y que no vamos a llegar, pero me tranquiliza diciendo que en el peor de los casos, podemos tomar un taxi o un Uber. Pequeño paréntesis: los Ubers y Didis son mucho más baratos que los taxis en Costa Rica. Peeeeero técnicamente, son ilegales. Todos los usan, todo el mundo lo sabe, pero estrictamente hablando, es ilegal que un no-taxista cobre por darte ride. Sigamos con la historia.

Miguel y yo llegamos a Alajuela a las 10am, sólo para enterarnos que, efectivamente, dicho bus sólo sale una vez al día a las 9am. Estuvimos ahí preguntando cómo le podíamos hacer para llegar al parque y nos dijeron que lo mejor sería tomar otro bus que nos llevaría al pueblo de Poás para de ahí tomar un taxi al parque. Eso hicimos. Los boletos que habíamos comprado en línea eran para las 11:20. El Uber nos recogió 11:10. Me resigné a que llegaríamos tarde pero supuse que los costarricenses no serían tan estrictos y nos dejarían pasar. El Uber empezó a tardar más de lo que yo esperaba. Eran las 11:40 y no se veía el volcán. Miguel y yo no teníamos señal pero confiamos en que el conductor sabía lo que hacía... hasta que nos preguntó que qué era ese lugar al que íbamos. El señor no tenía ni idea de lo que era Poás. Pero el app de Uber decía que nos estaba llevando a la entrada principal y confiamos en eso.

A las 11:50, la calle (que realmente había dejado de ser calle pavimentada hace rato y ahora sólo era un camino de tierra) se empezó a empinar. Estaba muy lodoso y el coche ya no avanzaba. El conductor nos dijo que él físicamente no podía llevarnos más lejos pero que estábamos a dos kilómetros de la entrada, así que si nos queríamos bajar y caminar...?

¿Dos kilómetros? Eso lo camina cualquiera, ¿no? Nos bajamos, vimos que efectivamente el camino estaba muy resbaloso, rocoso incluso y empezamos la caminata, preguntándonos qué tipo de camión era el que no tenía problema para hacer ese recorrido diariamente. 

Poco a poco el camino fue empeorando. A veces estaba más empinado, otras veces estaba muy rocoso, luego se ponía resbaloso y en ocasiones, las tres cosas a la vez. Había plantas con espinas en las orillas, mismas que me clavé en la mano un par de veces buscando agarraderas. Íbamos subiendo lo cual dificultaba la caminata, cada vez más cansados, por suerte llevábamos agua y cacahuates. Tuvimos que detenernos a descansar varias veces. No había gente, sólo sonidos de naturaleza, estábamos rodeados por jungla salvaje, cada ruidito nos asustaba. Llegó un punto en el que yo quería llegar al parque, no para verlo ya que para eso no daría tiempo (cierran a las 2pm), sino para poder alcanzar el bus de regreso a San José.

Para no hacerles el cuento más largo de lo que ya se los hice, a la 1:30pm llamé al 911. Resulta que mi teléfono nuevo con chip mexicano, sí puede hacer llamadas de emergencia incluso en el extranjero. Había poca señal, la llamada se cortó varias veces pero logré comunicarme con la Cruz Roja y mandaron un equipo de rescate para sacarnos de ahí.

Miguel y yo estuvimos quietos, escuchando música durante otra hora y media llamando cada 20 minutos para confirmar que seguíamos vivos y confirmar nuestras coordenadas (Google maps tiene buen GPS aún cuando no hay señal). Cuando por fin llegaron, les contamos la historia, nos dijeron que estábamos invadiendo una zona ilegal y que teníamos suerte de habernos perdido donde y cuando nos perdimos porque justo ahí no hay tantos animales peligrosos y justo en esta época, el volcán no estaba activo por lo cual no había gases tóxicos (lo cual no es tan raro en esa zona). Otra época u otro lugar y es posible que no estaría aquí escribiendo en estos momentos.

Nos llevaron por el mismo camino que estábamos siguiendo (que a veces ni camino parecía) por otros cuarenta minutos (en los cuales yo me resbalé y me pegué en la cadera pero nada grave) hasta llegar a sus coches todoterreno. Nos pidieron nuestros pasaportes, nos treparon a los coches, nos dieron bolsitas de arándanos deshidratados y nos llevaron a la entrada oficial del parque por un camino igual de rocoso que el que habíamos caminado. No había cinturones en la ambulancia. Nos dimos algunos golpes, pero Miguel seguía procesando todo lo que había sucedido y yo estaba tan aliviado de que estábamos bien que ni nos quejamos.

Al llegar a la entrada, los del parque nos pidieron que les repitiéramos la historia (lo hicimos), vieron nuestros pasaportes, nos dijeron que estábamos en una zona ilegal y que esa no era la entrada oficial. Ahí más o menos fue cuando les pedimos perdón por la décima vez pero por primera vez les dijimos que hasta habíamos comprado boletos para el parque, que realmente sólo estábamos buscando la entrada. Eso los sacó de onda. Pidieron ver los boletos (se los enseñamos), hablaron entre ellos un rato y nos dijeron que nos iríamos con una advertencia. Vieron que estábamos diciendo la verdad, que realmente no habíamos hecho tanto daño y que la culpa no era nuestra realmente. Nos pidieron que no se repitiera, nos dijeron que si volvíamos algún día de la semana, los boletos serían válidos, nos rellenaron nuestras botellas de agua y nos dieron ride hasta la terminal de camiones en Alajuela de donde saldríamos a San José.

Por favor no usen mi buena suerte como razón para tratar de hacer lo mismo que yo hice porque les puede ir MUY MAL y los guardias saben cuando les estás tratando de ver la cara. Tecnicamente, nos pudieron haber arrestado ahí porque sucede con frecuencia que turistas busquen maneras ilegales de visitar parques nacionales. Nos dejaron ir con una advertencia pero si volviéramos a encontrarnos en una situación similar, digamos que estaríamos en serios problemas. Así que usen mi experiencia como el ejemplo a no seguir. Aprendan de mis errores y no los cometan. Porfa. Tuvimos un buen de suerte de que no nos haya pasado nada y dentro de lo que cabe, hay pocos lugares más bonitos para perderse y esperar rescate que las selvas costarricenses. Voy a tratar de sí visitar el volcán de cualquier manera porque sí se me antoja mucho y ya luego les diré qué tal. Saludos.

Esta foto es mentira por cierto. Nos encontramos con este letrero como a la 1pm y pensamos que ya habíamos llegado pero nooooooo.


Comentarios

  1. Que suerte que la gente fue tan amable, hay países donde pudo haber terminado muy diferente

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