Qué divertido es Panamá

Una disculpa, mis fieles lectores por tenerlos tanto tiempo sin escribir sobre mis aventuras. Supongo que mi falta de dedicación al blog les dará una idea de lo ocupado/divertido que estuve durante mi viaje. Esto lo escribí cuando todavía estaba en Bocas del Toro, Panamá y no lo había terminado. Vayamos allá pues.

Si no quieren leer todo, quédense con esto: me la pasé genial en Bocas, conocí gente increíble que luego volví a ver en Colombia o que espero volver a ver algún día, y crecí como persona. Ahora, a lo que había escrito.

Efectivamente, no me he aburrido en Bocas del Toro. Hay muchísimas cosas que hacer por acá aunque por primera vez en mi vida, creo que no me va a faltar tiempo para hacerlo todo. Vayamos por partes, ¿sí?

Bocas del Toro es un conjunto de islas del lado del Caribe de Panamá. Hay muy poca gente así que todos se conocen entre todos. Es un lugar que vive del turismo. Todo el tiempo hay lanchas yendo y viniendo de las otras islas y del continente. Hay miles de playas en las que uno puede nadar y snorkelear y encontrar estrellas de mar y otros pececitos. La moneda nacional es el Balboa pero se usa mucho más el dólar estadounidense. El calor es húmedo e intenso y los mosquitos pican como si no hubiera mañana. La comida típica... no tienen gran cosa de especial, la verdad. Comen mucho pollo frito o asado, yuca frita y patacones, que son plátanos verdes machacados y fritos, salados. Lo que más disfruto son las empanadas argentinas que vende una señora que a veces viene al hostal, y lo que nosotros mismos cocinamos. El martes pasado hicimos tacos de pollo al chipotle, un amigo italiano hizo pasta otro día... en fin

Bocas es un lugar para relajarse y divertirse. Es un excelente lugar para velear, bucear, snorkelear... 

Hasta ahí llegué. Lo que sigue lo escribo en mi cama, ya de regreso en México. 

Trabajaba seis días a la semana en turnos de cuatro o cinco horas, usualmente me tocaba el turno de la mañana en el cual hacía pancakes pero también me tocaba limpiar la cocina, arreglar los cuartos y estar en recepción haciendoo check-in's y check-out's lo cual me daba una oportunidad privilegiada de conocer a todos los huéspedes, de hacerles preguntas que de otra manera podrían parecer un poco intrusivas o forzadas (¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes? ¿Qué haces aquí? ¿Cuáles son tus planes? etc.) y que todos me conocieran a mí lo cual facilitaba la conversación. También ayudaba que si se me olvidaba un nombre, siempre podía revisar el registro.

Les diré esto sobre Bocas del Toro. Me la pasé excelente. Estuvo divertidísimo. Y mientras que efectivamente hay miles de cosas que uno puede hacer en el lugar (bucear, ir a la playa, cantar karaoke los martes y miércoles, jugar trivia los jueves, parrandear todas las noches, ir al bar flotante, irte en kayak o paddleboard, tomar uno de los miles de tours en los que uno puede ver peresosos o delfines, o quedarte en el hostal jugando werewolf, ping pong o cenando con tus amigos), la razón por la que me la pasé tan bien, fue sin duda, la gente. En el hostal en el que estuve trabajando, Spanish by the Sea (que antes era una escuela de español solamente pero en la pandemia la convirtieron en un hostal también), se armó un grupo padrísimo de gente, voluntarios como yo, huéspedes del hostal, estudiantes de la escuela y el mismo personal del hostal/escuela. Dentro de ese grupo, mucha gente iba a Colombia después igual que yo. Uno de ellos, David, me acompañó durante casi todo mi tiempo en Colombia y algunos de los demás, los pude ver un día o dos en Medellín y Bogotá. Esa gente hizo que aunque Colombia haya sido mi país favorito (les contaré sobre Colombia en otra entrada) de este viaje, en el que mejor me la pasé fue en Panamá. No hubieron aventuras como tal en Bocas pero aún así estuvo genial. Y eso es todo lo que tengo que decir al respecto.




Mi foto de despedida

Yo en el paddleboard

De camino al bar flotante

Los voluntarios cocinando en Taco Tuesday

El David y yo con el letrero de Bocas

La parranda

Taco Tuesday

En el bar flotante

Jugando werewolf (yo era narrador)

Dos fotos de algunos de los voluntarios


Yo haciéndole caras a una lagartija mientras preparo pancakes


Pintando las paredes del hostal

Uno de los tours a los que fuimos


La buceada

Miércoles de karaoke

Caminata en Carenero 




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