Por qué soy antiparo
Antes de empezar, quiero aclarar algunas cosas. La primera es que con esta entrada no busco convencer a nadie, ni pretendo hablar por alguien más, ni mucho menos juzgar a mis compañeres; si bien, estoy más que dispuesto a escuchar sus opiniones, especialmente las que son contrarias a las mías, este blog es más que nada, un espacio para yo expresar mis ideas y desarrollar mis habilidades de escritura. Lo segundo es que quiero reconocer mis sesgos. Si hay paro o no y las consecuencias que esto puede tener, realmente, dentro de la UNAM, a mí no me afecta tanto. Yo no tengo prisa para graduarme y tampoco me considero una víctima de los problemas que hay en mi facultad. En otras palabras, esta no es mi lucha y esta entrada no es mi aportación a la sociedad con la que planeo hacer un cambio. Sólo busco expresar mis pensamientos. No soy ninguna autoridad en el tema, no vivo los problemas de mis compañeres y hay mucho que yo no comprendo. Falta escuchar las opiniones y las posturas de los demás. Habiendo aclarado eso, podemos seguir.
La cosa está tensa en la facultad de filosofía y letras (FFyL). Y me imagino que en toda la UNAM. El gobierno quitó los fondos para las becas de manutención y la misma UNAM está desviando el presupuesto. Y por supuesto, los estudiantes están furiosos. La comunidad está muy dividida en una época en la que la unidad es fundamental. Y para acabarla de rematar, tanto profesores como estudiantes como trabajadores, acuden a la FFyL bajo condiciones precarias.
Yo sólo llevo dos semestres aquí, pero aunque sólo llevara un mes, que no haya papel ni jabón en los baños, que el médico se vaya a las 3 de la tarde cuando las clases duran hasta las 9, que la red de internet no llegue a nuestra facultad, que en la cafetería sirvan comida podrida y muchos otros problemas, son inaceptables. Es lamentable que tengamos que pedirle a las autoridades que resuelvan estas carencias. Es ridículo que después de dos semestres (mínimo) no se haya resuelto. Me temo que nunca lo van a resolver. Sí, es su responsabilidad pero parece que no les importa. Podemos hacer los paros que queramos, ir a todas las marchas y armar las más grandes manifestaciones. La directora no va a renunciar. Vamos a seguir sin tener jabón ni papel de baño. Es como la sociedad civil frente al gobierno: nuestros problemas los tenemos que resolver nosotros. Muches de mis compañeres traen su propio papel de baño pero para otras, esto no es opción.
Ahora viene lo funable de mi parte: frecuentemente, los estudiantes responden a esa falta de respuesta con un paro y a mí esto no me parece del todo correcto. ¿Por qué? En una fábrica, los trabajadores se van a paro para protestar, el jefe pierde producción y dinero, se ve directamente afectado. Los estudiantes nos vamos a paro, la administración sólo deja de trabajar y toma unas vacaciones no oficiales pero pagadas, porque siguen cobrando su sueldo aunque estemos en paro. Entonces realmente, siento que no estamos combatiendo ni presionando. Por otro lado, hay gente que se ve mucho más afectada que yo, gente que no se puede dar el lujo de perder un semestre. Realmente esas son las voces que importan, no la mía. Pero como a mí me gusta opinar de todo, escribo sobre los paros y otros problemas que a mí no me afectan tanto.
Al mismo tiempo, creo que tenemos un privilegio. Recibimos una educación superior de muy buena calidad, estamos en la mejor universidad del país, la segunda mejor universidad de latinoamérica y de las mejores universidades del mundo y nuestra educación en esta institución es gratuita. Eso es un privilegio, sobre todo en un país en el que el sistema educativo es tan deficiente. Hay problemas, claro que los hay, pero nuestra manera de protestar contra ellos, el paro, es renunciar a ese privilegio. El único privilegio que todos en esta universidad gozamos además del acceso a agua potable. Eso me parece autosabotaje.
Yo podría decir que esas no son formas, que así no los combatimos; que los combatimos estudiando, siguiendo con nuestra formación para que un día, cuando a nosotros nos toque tomar esas decisiones, podamos construir un mundo mejor para las generaciones futuras, pero seamos honestos. Esa solución es a demasiado largo plazo y muches de mis compañeres necesitan soluciones ya. Simplemente creo que el paro no es esa solución ni logrará lo que se está buscando. El problema es que yo no tengo otra solución.
Me interesa su opinión.
Coincido contigo, creo que mucha gente no ve los privilegios y exige sin darse cuenta de todo lo que pierden. No estoy de acuerdo en que se desvíen recursos, pero hay muchos temas atrás. Y tienes razón, los administrativos y profesores, seguimos cobrando. Los movimientos sociales deben modernizarse y diseñar estrategias inteligentes que los hagan ganar sus batallas y a partir de los cuales se vean cambios significativos. Carmen Merino
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ResponderBorrarQue buen escrito javier. Me gusta leer tu opinión. Me dejas pensando mucho! Y qué buena última línea. Gracias por compartir! :)
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