Endulzantes chafas y el derecho a la autodestrucción

Hace calor. Tengo sed. Entro a un OXXO para comprar una bebida fría. No quiero algo dulce, en parte porque me siento empalagado después de la marquesita, así que compro un agua mineral con limón. Sabe extrañamente dulce. Checo los ingredientes, tiene acesulfame y sucralosa (endulzantes dietéticos).

Otro día, voy al cine con Ana y sus hermanos. Por promoción, nuestros boletos incluyen bebidas. Sólo hay refrescos de cocacola. Desde hace ya varios años, todos esos, aunque sean los "normales" y no los de dieta, llevan sucralosa para endulzarlos pero le pusieron mucho hielo y por un momento pensé que tal vez, sólo tal vez ya no me molestaba el sabor. Lo pude ignorar hasta que se derritieron los hielos y de pronto me sabía mal el refresco, me dejaba una sensación desagradable en la garganta. Lo bueno es que estaba compartiendo así que no me lo tuve que acabar yo. 

Cuando llego a casa sigue haciendo calor y yo me había quedado con ganas de una bebida fría. De nuevo voy al OXXO. ¿El agua de sandía que se me antojó? Acesulfame. ¿La sangría señorial? Sólo tienen de dieta. El último colmo fue cuando hoy, mi tía me invitó unas pizzas, pedí un fuzetea verde porque hace siglos que no me tomaba uno y me fascinaban. Pues bien, ahora los endulzan con estevia. No se desperdició, tenía sed, hacía calor, lo disfruté la verdad, pero el sabor ya no me gusta tanto. ¿Soy un mañoso de quinta? Sí, sí lo soy pero auténticamente me molesta el sabor de estos endulzantes dietéticos. 

Creo que son más baratos, tienen menos calorías y son más potentes (menor cantidad requerida para endulzar) así que entiendo por qué los usan pero maldita sea, a mí no me importan las calorías. Antes había coca normal y coca de dieta. Ahora hasta la normal es de dieta. Me gustaría poder tener la elección de si me meto cosas a mi cuerpo que puedan ser dañinas para mi salud. 

Yo quiero tener la opción de algo que tenga puras calorías y azúcar de verdad, porque como el doctor Gilberto Santa Rita habrá dicho alguna vez (aunque probablemente lo haya dicho mucha gente además de él) "Todo mundo tiene derecho a autodestruirse". Y yo quiero autodestruirme con azúcar. Al final encontré un Dr. Pepper que no tenía endulzantes dietéticos y quedé satisfecho pero me dieron ganas de venir aquí a quejarme amargamente con ustedes, mis querides lectores. Gracias por su tiempo, eso es todo por hoy.