Querido Evan Hansen

“Increíble y difícil de entender la parte orgánica del cerebro y cómo con una minipastllita rosa, le regresan a uno las ganas de vivir, el sentido del humor y la calma”

- Anónimo 

Ayer vi el musical de Querido Evan Hansen con Ana pero ahorita no voy a escribir sobre lo mucho que lo disfruté (a pesar de unos tremendos errores que sí mencionaré )ni del trabajo de concientización sobre la gente con ansiedad y depresión que logra sino de un debate moral filosófico que presenta. Les advierto que esta entrada contiene spoilers sobre la película así que si alguien de ustedes es como yo y no les gusta saber nada de las películas que van a ver antes de verlas y además quieren ver esta película, este es el momento en el que tienen que dejar de leer. Y otra advertencia mucho más importante para aquelles que se hayan quedado: en esta entrada se mencionan temas fuertes: la soledad, la depresión, la ansiedad y el suicidio. Yo no soy un experto en ninguno de estos temas y tampoco puedo brindar soluciones a estos problemas, sólo una reflexión.

No sé quién esté leyendo esto ahorita pero sí quiero decir que seas quien seas, eres importante, vales mucho y aunque así se sienta a veces, nunca estás completamente sol@. Y si en algún momento, pones eso en duda... En primer lugar deberías de hablar con alguien, tal vez alguien profesional o al número 800 911 2000, la línea de vida, pero también quiero que sepas que en promedio cada una de estas entradas recibe 10 vistas. 10 personas leen mi blog. A veces tantitas más. A veces tantitas menos. Aunque puede que para ti no signifique gran cosa, para mí significa mucho que te estés tomando el tiempo de leerme. No me ofendo si lo dejas de hacer. Sólo aprecio mucho si sí lo haces. Así que gracias.

Bien. Habiendo dicho eso, podemos continuar. Vayamos allá pues.

Esta obra trata de Evan Hansen, un joven que enfrenta problemas de ansiedad y depresión y que prácticamente no tiene amigos. Su terapeuta le deja la tarea de escribirse cartas a sí mismo y otro joven, Connor, con problemas similares, también sin amigos, encuentra una de estas cartas, la guarda en su bolsillo y ese mismo día se quita su propia vida. La familia de Connor piensa que la carta que Evan se había escrito a sí mismo, era en realidad la nota de suicidio de Connor y como estaba dirigida hacia Evan Hansen, creyeron que estos dos sujetos que en realidad apenas y se conocían, habían sido mejores amigos. Evan no tiene el corazón para sacarlos de la ilusión de que Connor en realidad sí tenía aunque fuera un amigo, una cosa lleva a otra y acaba convenciendo a todo el mundo de que él y Connor habían sido mejores amigos, que Connor, lejos de haber sido el chico problemático sin amigos que ni su familia podía recordar algún aspecto positivo de su personalidad, no había sido nada menos que un tipazo y junto con otros estudiantes, usó la muerte de Connor para crear conciencia sobre la depresión, ayudando a muchísima gente a no sentirse acompañada en momentos difíciles. 

Tengo entendido que en la obra de teatro, todo esto sucede accidentalmente, la muerte de Connor es visto como algo verdaderamente trágico y Evan trata de desmentirlo pero no lo logra. En la película, Evan simplemente se aprovecha de la muerte de alguien para conseguir todo lo que nunca había tenido y la muerte de Connor abre el debate de si es aceptable que ciertas personas se quiten la vida porque no aportan nada y eso está espantoso.

Es algo que se siente mal. Connor realmente había sido una persona terrible. En vida no sumaba nada. Pero muerto, de pronto aporta muchísimo. Con las historias que se inventó Evan, su familia aprendió a amar a Connor y a estar tranquila con su partida, se crearon programas de concientización, se juntaron cien mil dólares de fondos para dichos programas, el caso se volvió viral y ayudó a muchísima gente (sí, en la película, pero aún así) lidiando con problemas de soledad, depresión y ansiedad, y todo eso gracias a una mentira. 

¿Qué mensaje manda eso? ¿El fin justifica los medios? Yo creo que no pero al mismo tiempo, la mentira de Evan logró algo indiscutiblemente positivo que la verdad jamás hubiera alcanzado. ¿Fue bueno que Connor se quitara la vida? Pragmáticamente hablando, parecería que sí y eso simplemente se siente mal, se siente fundamentalmente incorrecto, pero pensemos por un momento lo horrible que se tiene que sentir uno para auténticamente preferir dejar de existir, abandonar todo, enfrentar la incertidumbre de la muerte, con tal de escapar de este mundo que puede llegar a ser oh tan cruel y dejar de sufrir. Obviamente lo ideal sería analizar cómo se llegó a ese nivel de sufrimiento, las causas, las raíces del problema y resolverlas pero eso no es nada sencillo. Que todo el mundo vaya a terapia para poder identificar y prevenir o al menos darle el tratamiento adecuado a la gente con estos padecimientos no es una solución factible, ¿No sería bueno acabar con el sufrimiento? Se siente horrible tan sólo pensar en eso. Se siente peor no poder pensar en un sólido argumento en contra del suicidio que realmente pueda convencer a la persona que lo está considerando porque esa persona no me va a creer si le digo que no está sola, que hay mucha gente que la quiere, que su vida es valiosa y que quitarse la vida no es la respuesta aunque verdaderamente yo lo crea; esa persona no va a querer la tarea de ayudar a los demás que estén pasando una situación similar a pesar de que sea la mejor calificada para hacerlo. 

Realmente esta entrada no es lo suficientemente optimista como para pretender convencer a alguien a no quitarse la vida. La depresión y la ansiedad son temas demasiado complejos como para resolver con unos párrafos. Cada cabeza es un mundo, incomprensible para los demás. Pero esta entrada sí es lo suficientemente optimista como para esperar que la gente que la lea sea un poco más consciente, un poco más sensible y haga un esfuerzo por hacer que este mundo sea tantito mejor para todes para que menos gente quiera abandonarlo. Porque si bien puede que no sea culpa de nadie cuando alguien decide quitarse la vida, sí puede ser gracias a alguien que alguien decida no hacerlo.