Al chile... un saludo

 

(no, este chile no está pintando el dedo de la grosería, sólo tiene cuatro dedos así que está haciendo pistolitas de manos)

Ya ven que a mí como buen hombre blanco heterosexual, me encanta quejarme de las injusticias y discriminaciones de las que sufro. Pues hoy les vengo a escribir sobre uno de los peores estereotipos y prejuicios que sufrimos todos los mexicanos: la tolerancia al picante 

Verán mis querides lectores, a mí me encanta el chile, pero tengo muy poca tolerancia para el picante. Esto es un problema porque al haber nacido y vivir en México, todo el mundo, pero principalmente les mexicanes suponen que yo puedo aguantar comer mucho chile y no me voy a enchilar, más aún porque soy hombre, porque enchilarse no va con el rol de género masculino y entonces cuando fui a una taquería y pedí mis tacos al pastor "con todo", me los trajeron bañados en una salsa tan picante que no me los pude comer y tuve que recurrir a uno de los actos menos varoniles imaginables: se los di a mi novia que sí come chile y yo pedí otros tacos, esta vez sin "salsa" y cuando me preguntaron si en plato normal o de princesa de Disney, respondí que sólo si eran de Frozen. Combatir estereotipos de género es mi pasión

Y es que lo que pasa es que el chile, al igual que algunas especias que se pueden encontrar frecuentemente en la comida india, tienen químicos que reaccionan con otros químicos que hay en tu boca y básicamente mandan la misma señal a tu cerebro que si te comieras algo caliente con la diferencia de que cuando te comes algo caliente, al entrar en contacto con tu boca, se enfría, tal vez te quema pero no se queda caliente. El chile no tiene que estar caliente pero tu cerebro lo percibe como si tu boca estuviera en fuego durante un tiempo prolongado y eso duele. Hay gente con un umbral del dolor más alto que otras o como a mí me gusta decirlo, habemos quienes tenemos un paladar más refinado y sensible ante las sutilezas de los alimentos (léase en tono pomposo) y para los que la comida picante nos impide disfrutar el verdadero sabor de los alimentos debido a la intensa sensación de que nuestra lengua se está incendiando y prontamente se va a caer. Mi baja tolerancia al picante es útil debido a que sirve como punto de referencia: si no me pica a mí, no le pica a nadie y se lo puede comer hasta un bebé.

Y luego hay gente (por no decir la mayoría de les mexicanes) salvaje y masoquista a la que le encanta el dolor y sentir fuego en su boca tal vez debido probablemente a la enorme cantidad de beneficios para la salud y hormonas de felicidad que conlleva el consumo del chile y que lo vuelven ligera y saludablemente adictivo pero también debido a la satisfacción estoica de poder comer un habanero y poder decir con una cara seria que no te picó mientras mueres por dentro pero logras impresionar a todo aquel que te rodea (sobre todo a tu crush).

Ahora diré algunas opiniones controversiales, algunes de ustedes no están listes para tener estas conversaciones:

A veces siento que la gente dice que una salsa es deliciosa cuando en realidad sólo es extremadamente picante, tan picante que nadie puede distinguir el sabor real pero nadie quiere admitir que se enchiló así que dicen que está deliciosa mejor. 

Creo que el picante sirve para quitarte el hambre cuando no tienes mucha comida porque además de causar dolor, la sensación de calor te inspira a tomar elevadas cantidades de agua (que sólo brinda un alivio temporal, lo que de verdad sirve para quitarte el picor es la leche y sus derivados), que a su vez ayudan a quitarte el hambre. La comida india es la más picante que he probado en mi vida y con un platito pequeño (y una obscena cantidad de agua) puedo quedar satisfecho por un día.

Los takis fuego sólo saben a picante, no tienen sabor real. Los doritos dinamita y las papas Pap´s estilo papas a la francesa picantes sí son deliciosas, tan deliciosas que hacen que valga la pena la tremenda enchilada que conlleva comer una sola.

La gente a la que le gusta el picante (por no decir la mayoría de les mexicanes) es gente salvaje y masoquista a la que le encanta el dolor y sentir fuego en su boca, tal vez debido a la enorme cantidad de beneficios para la salud y hormonas de felicidad que conlleva el consumo del chile y que lo vuelven ligera y saludablemente adictivo pero también debido a la satisfacción estoica de poder comer un habanero decir con una cara seria que no te picó mientras mueres por dentro y luchas por no dejar escapar las lágrimas pero logras impresionar a todo aquel que te rodea (sobre todo a tu crush) y aumentas tu tolerancia al picante aunque sea tantito.

Pedir tus tacos "con todo" NO QUIERE DECIR que los quiera con salsa. La salsa siempre debe de ir aparte para que cada quien le ponga la cantidad que quiera. Recomendación: siempre es mejor pedir tus tacos "con todo aparte".

No me malinterpreten. El chile es delicioso y versátil y en una parte fundamental de la gastronomía mexicana. Me encanta tanto su uso en la cocina como el aspecto cultural que implica su consumo del que tanto me quejo en esta entrada. En otras palabras odio amarlo y amo odiarlo. 

Bien, creo que eso es todo lo que tengo que decir sobre eso, así que aquí la vamos a dejar. Dejen sus comentarios, suscríbanse al blog, cuídense, saludos en casa y todas esas cosas que debería de decir uno al despedirse de gente querida.

Entiéndase por favor que esta entrada, a pesar de ser ligeramente informativa y estar basada en datos científicos, fue escrita como un intento de lo que los jóvenes de hoy en día llaman "humor". No se la tomen tan en serio. Espero haberte hecho reír.

Comentarios

  1. Jijijiji al chile sí deberían de dar tacos de frozen en las taquerias

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  2. Al chile todos deberíamos de dejar que la gente disfrute como sea su experiencia taquera. “Let people enjoy things”

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