Amazing Fantasy #15

A finales de 1961, Stan Lee, el hombre que ahora conocemos como el que inventó a la mayoría de los superhéroes de Marvel, estaba a punto de renunciar. No le gustaba escribir cómics, al menos no como se los pedían sus editores. Afortunadamente, su esposa lo convenció de que escribiera al menos un cómic a su manera antes de renunciar. Le dijo que lo peor que podía pasar era que no les gustara y que lo despidieran pero de cualquier manera quería renunciar. Stan Lee hizo algo que entonces era muy innovador en la industria del cómic al escribir el primer número de los Cuatro Fantásticos: escribió sobre un equipo de superhéroes que no fuera perfecto, lleno de individuos con problemas reales que no necesariamente se llevaran bien entre ellos. Era algo muy atrevido en esa época. Y funcionó. Fue todo un éxito y eso le dio a Stan mucha libertad para escribir más a su manera.

Le gustaba escribir cosas diferentes, cosas que nadie imaginaba que a la gente le gustaría como un superhéroe que fuera un mounstro, otro que vendiera armas, otro que fuera un dios mitológico pero que nadie ubicara... Y otro que no sólo estuviera asociado con algo a lo que todo el mundo le tiene miedo, sino que además fuera un adolescente (antes de los sesentas que el protagonista de un cómic fuera un adolescente era impensable) y así fue como en agosto de 1962, nació Spider-Man en el último número de Amazing Fantasy, un cómic que tenían planeado descontinuar.

Para un taller de la universidad, tenemos que analizar una imagen de nuestra elección. Yo todavía estoy entre dos pero una de ellas es la portada de este número, dibujada por Steve Ditko.


Acúsenme de flojo si gustan pero pensé que sería buena idea empezar ese análisis aquí en mi blog para matar dos pájaros con una piedra y también para no sólo reciclar un trabajo subiéndolo al blog. Esta vez escribiré la entrada primero y de ahí sacaré el trabajo. Vayamos allá pues.

En mi clase se supone que tengo que seguir la metodología de análisis de Panofsky pero aquí me enfocaré en los elementos no visuales de la portada. Empecemos por la identidad secreta del heroico Spider-Man, Peter Parker. Un adolescente, ñoño, nerd, débil, nada popular... básicamente el lector de cómics promedio en los años sesenta. Spider-Man se hizo popular porque sus lectores se sentían identificados con Peter Parker y soñaban con tener sus poderes y por primera vez, esas dos realidades no se contradecían aunque fuera en el mundo de la ficción. Además, tengo entendido que Spider-Man fue de los primeros sino es que el primer superhéroe cuyo traje lo cubre completamente por lo cual nadie conoce su color de piel, por lo cual cualquiera podría ser Spider-Man. Esto es a propósito ya que Stan Lee buscaba combatir el racismo con este personaje y permitir que cualquier niño pudiera jugar a ser Spider-Man sin importar su color de piel.

También podemos hablar del uso de los colores de la bandera estadounidense en el traje de Spider-Man como herramienta para fortalecer el nacionalismo o sobre lo musculoso que se ve, pero ese es un análisis más visual que dejaré para más tarde, en gran parte porque ya es tarde y quiero dormir.


Comentarios

  1. Por favor haz tu análisis de esta imagen, la otra no es mala y entiendo tu punto de porqué considerarla, pero sé que pueden salir cosas muy interesantes de este análisis. Ándale, hazlo por el amigable hombre araña.

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  2. TGP, ya no voy a insistir en todo caso gracias! fue una buena entrada para los lectores nostálgicos.

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