Ficha de obra




¿Recuerda usted hace algunas semanas que escribí sobre un trabajo que iba a hacer en la universidad sobre la portada de Spider-Man? Bien pues ese trabajo ha sido terminado, les comparto cómo quedó. Ojalá lo disfruten.

En la portada del cómic donde hace su primera aparición, Spider-Man es claramente el protagonista. Su figura salta a la vista por su imponencia, por sus proporciones y por su “perfección” irreal. Hay elementos que lo delatan como héroe: su postura, los colores de su traje, su intrepidez al saltar de un edificio lleno de personas que probablemente lo persiguen. Hoy ya lo conocemos y sabemos que es un superhéroe pero cuando salió este cómic, esto no era tan obvio. No son claras las intenciones del Hombre Araña a pesar de haber muchas pistas. Spider-Man rompe con muchos cánones de lo que significa ser un héroe y empieza con esto desde la primera portada.


El hombre araña viene de una línea de rompimiento con tradiciones y estereotipos que redefinió el sentido de lo que significaba ser heróico y aunque no fue el último de esta generación, sí es de los más importantes. Varios textos se han escrito ya sobre el impacto que tuvo el personaje de Peter Parker en la sociedad pero pocos son los que se enfocan puramente en la imagen y menos en la portada del cómic donde hizo su primera aparición, Amazing Fantasy #15. El hecho de que Stan Lee y Steve Ditko hayan decidido introducir a su nuevo personaje en una revista que se cancelaría sin importar el éxito que tuviera su último número (el 15), habla de lo atrevidas que fueron las innovaciones en este número. Aunque no todo fueron innovaciones, claro. Hubieron varios elementos que Spider-Man conservó que hizo que fuera reconocido como un héroe incluso cuando fue visto por primera vez. En este texto se discutirán esos elementos que cambiaron así como los que permanecieron en la figura del héroe presentados en la portada de ese mismo número.

La década de los sesenta vio un cambio fundamental en la industria del entretenimiento, específicamente en los cómics de superhéroes. De hecho, se le conoce como la edad de plata de los cómics. Antes, existía un canon establecido sobre todo lo que tenía y no tenía que ser un héroe. Superman, Batman, la Mujer Maravilla y el Capitán América consolidaron la figura del héroe como alguien perfecto, fuerte, valiente, bueno. En 1962 Stanley Lieber, mejor conocido como Stan Lee decidió empezar a escribir personajes diferentes, con problemas y personalidades más realistas y con los que el público se pudiera identificar más fácilmente y artistas como Jack Kirby y Steve Ditko les dieron vida en las páginas de los cómics. Crearon a los Cuatro Fantásticos y resultaron un éxito. A ellos los siguieron Ant-Man, Hulk, Thor y por supuesto, Spider-Man que debutó en las páginas de Marvel cómics en agosto de 1962. 

Analicemos esta portada empezando por lo más obvio: es la portada de un cómic y por la misma naturaleza del medio, el cómic, muestra acción, es la particularidad que distingue a los cómics; la diferencia entre un libro y un cómic no es solamente la ilustración. Los cómics presentan paneles y paneles, secuencias de ilustraciones, de escenas en las que algo está sucediendo, cada panel es una acción, un suceso. Los personajes son dibujados de tal forma que indican acción, movimiento: la postura del personaje es exagerada para mostrar el inicio o el final de una acción, hay líneas indicando la dirección del movimiento. En la portada se muestran todos estos elementos: Spider-Man está saltando de un edificio mientras carga a un hombre; las líneas le dan dirección al igual que el ángulo de perspectiva y su postura con sus extremidades orientadas hacia atrás. Es una acción intrépida, heróica incluso, como veremos a continuación.

Retomemos la figura del héroe en términos visuales. En el libro How to Draw Comics the Marvel Way, Stan Lee hace explícitas estas características visuales de los héroes y demuestra su intencionalidad. Menciona que uno de los objetivos de ese libro es “enseñarte [...] a dibujarlos lo más dramática y heroicamente posible”. En este mismo libro, Lee admite que en Marvel, dibujan a sus superhéroes con mayores proporciones a las de una persona normal:

[...] si dibujamos a un héroe, tiene que lucir como un héroe [...] el superhéroe es más grande, con hombros más amplios, piernas y brazos más musculosos, un pecho más pesado e incluso una postura más impresionante [...] se tiene que ver más impresionante, más dramático, más imponente que la persona promedio[...] siempre debes exagerar las cualidades heroicas de tu héroe y tratar de ignorar u omitir cualquier característica negativa

Este libro se publicó en 1978 pero las características que retoma ya estaban presentes con Spider-Man. Estas diferencias entre el héroe y una persona normal, se pueden ver en la portada muy claramente ya que ambas figuras están presentes y se pueden comparar y contrastar con gran facilidad. El hombre se ve patético en comparación con la heroica figura que lo carga; tiene una cara desfigurada, rayando en lo monstruoso lo cual lo señala como un villano, sin embargo no hay nada que lo confirme completamente. Que Spider-Man sea un héroe es un hecho indiscutible incluso para el público de la época que jamás lo había visto antes. Si su figura no fuera suficiente, los colores de su traje, que no por coincidencia son los mismos de la bandera estadounidense, apelan a un sentido patriótico, nacionalista, americano. Y está cargando a otra persona. Puede que esté capturando a un villano o salvando a un inocente, eso no se sabe, pero no se cuestionan sus intenciones de hacer el bien. Y es gracias a esos elementos heróicos que siguen intactos, que pueden existir los demás, los cambios, y que estos pueden ser aceptados como nuevos elementos de lo heroico, o al menos no lo niegan. ¿Cuáles son estos cambios y por qué son interesantes? El primero, irónicamente, es el traje.

A pesar de portar los colores norteamericanos, el traje de Spider-Man es el primero en cubrir todo el cuerpo de la persona que lo usa; no hay un sólo centímetro de piel de Peter Parker que sea visible. Spider-Man es el primero en esconder completamente su identidad, más incluso que por ejemplo, Batman que aunque nadie en toda ciudad Gótica sabe su verdadero nombre, todos pueden ver su color de piel, el de Spider-Man no. Para la audiencia de estas revistas, los niños estadounidenses, el no ver el color de piel del héroe significó que cualquier chico, sin importar su nacionalidad o su color de piel, podía jugar a ser Spider-Man, no sólo aquellos que tuvieran piel blanca, una razón más por la que de pronto fuera más fácil identificarse o al menos sentirse identificado con este nuevo superhéroe. Pero tiene otro sentido, un poco más oculto, el esconder completamente la identidad del héroe y es que sus intenciones pueden ser cuestionadas, un tema recurrente en las historias de Spider-Man llevado a cabo por el periodista J. Jonah Jameson que se puede ver en esta portada pues como se mencionó anteriormente, no hay evidencia que compruebe si el hombre es bueno o malo ni qué está haciendo Spider-Man con él específicamente.

Un segundo aspecto que difiere de la tradición de superhéroes en esta portada es el fondo. No hay ningún edificio icónico que haga evidente que se encuentra en Nueva York como hoy en día es fácil de suponer debido a que ya conocemos a este personaje, sin embargo los edificios sí muestran que está en un barrio dentro de una ciudad. Spider-Man no es el primer superhéroe regional, ubicado en una sola ciudad en específico. Ese probablemente sería Batman (y es que Spider-Man es sin lugar a dudas, la respuesta de Marvel al Batman de DC comics, pero eso se retomará más adelante). Pero sí es el primero de Marvel. Hasta ese punto, los demás superhéroes no estaban enfocados en una sola ciudad, en un sólo barrio sino que viajaban por todo el mundo, por todo el universo o no hacían la menor mención de dónde estaban porque no era un aspecto relevante para la historia, pero para Spider-Man, sí lo es. Es un superhéroe más centrado, más local, más enfocado en combatir el crimen callejero de una ciudad y no en luchar contra seres cósmicos que ponen en riesgo a toda la humanidad. Spider-Man es un héroe más pequeño pero eso no le quita lo súper. Veamos algunas portadas de otros superhéroes:

Batman muestra la ciudad que protege, como Spider-Man, es un superhéroe local. Ant-Man tiene la particularidad de hacerse pequeño, no importa dónde esté ubicado porque el micromundo ya es otro universo completamente. Capitán América viaja a Alemania para luchar en las guerras de su patria y Los Cuatro Fantásticos se enfrentan a monstruos gigantes. Spider-Man se enfrenta a otras personas en una ciudad, como Batman.

Hay otros dos cambios que tienen que mencionarse, pero estos son más de caracter literario sin estar ausentes en la portada; una portada estaría incompleta sin cierta cantidad de texto que le dé al lector alguna indicación sobre lo que contiene el libretito, empezando por el nombre del personaje principal: Spider-Man, el Hombre Araña. No era precisamente innovador indicar la naturaleza de los superpoderes de un superhéroe, con un indicador en el nombre, no tampoco lo era que este indicador estuviera relacionado con algún animal o insecto. Batman y Ant-Man fueron previos a Spider-Man pero existía una connotación más negativa alrededor de las arañas de la que existía alrededor de los murciélagos y de las hormigas; a las arañas se les tenía (y se les sigue teniendo) miedo. Una hormiga es inofensiva, una araña no. Relacionar a las arañas con un héroe requería un esfuerzo intelectual. 

El segundo texto al que se le tiene que poner atención, son las burbujas de diálogo de Spidey, no porque sean un aspecto básico de los cómics, sino por lo que nos dicen estas burbujas en particular. Presentan al personaje, a Peter Parker como un adolescente tímido. Hasta entonces, todos los superhéroes eran adultos fuertes y valientes, un adolescente tímido no se había visto protagonizando un cómic de acción pero al final del día, los lectores de cómics de superhéroes, no eran precisamente adultos ni los chicos cool de la secundaria, eran los ñoños, los nerds, los rechazados. Que hubiera un superhéroe más alineado con sus propias características lo vuelve no sólo innovador, sino también más interesante y de nuevo, un personaje con quien resulta más fácil sentirse identificado.

Veamos con mayor detalle esa portada de Detective Comics. 

La portada de Amazing Fantasy es una referencia directa a la de Batman. En ambos el héroe relacionado con un animal/insecto tenebroso, está colgado de una cuerda, volando, de derecha a izquierda, sobre los edificios de la ciudad que protegen cargando a un civil. Y ambos son héroes poco tradicionales que rompen con varios estereotipos. Amazing Fantasy se apoya de esta antigua referencia para que los lectores reconozcan el mismo heroísmo de un personaje ya conocido en uno nuevo. Lee y Ditko cambian absolutamente todo lo que pueden de estas dos portadas sin que pierdan la misma esencia: los colores de sus trajes son completamente diferentes, la ubicación de los demás personajes (en DC están al frente mientras que en AF están al fondo y por supuesto están los mismos personajes que son la completa antítesis el uno del otro: por un lado Bruce Wayne, adulto millonario playboy se viste de murciélago para inspirar temor en sus enemigos. Por otro lado, el adolescente tímido Peter Parker que tiene que trabajar de fotógrafo para poder ayudar a su tía con los gastos familiares hace bromas para mantener un ambiente jovial y divertido.

Amazing Fantasy #15 obtuvo un tremendo éxito que llevó a que Spider-Man tuviera su propia línea de cómics y eventualmente se convirtiera en el inmenso personaje que conocemos hoy en día; continuó una línea de héroes poco tradicionales y abrió el camino para nuevos superhéroes que siguieran su ejemplo en el rompimiento de cánones como Iron Man, Doctor Strange y Daredevil. Pero en el momento en el que se escribió, parecía que los creadores estaban tomando un gran riesgo con todos los cambios que hicieron en la figura del héroe aunque en realidad, el riesgo estaba medido y tomaron varias medidas para minimizarlo y prácticamente garantizar el éxito que tuvo. Su posición como héroe nunca fue discutida y logró cambiar la definición de esta figura para siempre gracias a un equilibrio entre elementos tradicionales e innovadores presentes desde la primera portada del primer número.



Fuentes:

Lee Stan, How to draw comics the marvel Way (1978) de Stan Lee Y John Buscema

“Muere Steve Ditko, el célebre creador de Spiderman y Doctor Strange” en https://www.bbc.com/mundo/noticias-44750873 

Gross, L. A., Bradbury, L. U., Frye, E. M., & Watkins, B. (2016). Engineering Encounters: What Makes a Superhero “Super”? Graphic novels inspire a gravity investigation. Science and Children, 53(6), 68–75. http://www.jstor.org/stable/43747235 

 BERGER, A. (1972). MARVEL LANGUAGE: THE COMIC BOOK AND REALITY. ETC: A Review of General Semantics, 29(2), 169–180. http://www.jstor.org/stable/42575790 

Eli Mayorga, “Una vida maravillosa”, en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, volumen XXVIII, número 55, 2022, pp. 229-233. 


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