La generación de cristal pt.2

Por qué hay más casos de ansiedad y depresión en generaciones recientes



La semana antepasada escribí sobre por qué creía que en nuevas generaciones parecían estar más presentes la ansiedad y la depresión. Fue una entrada de opinión y de crítica completamente desinformada, pero quiero aclarar que la crítica iba únicamente dirigida hacia la autodiagnosticación; a la gente que se siente estresada o triste y entonces decide por sí misma que padece estas condiciones. Mantengo mi postura contra ese fenómeno, sin embargo, desde entonces, traté de informarme un poquito más, y con eso me refiero a que platiqué con tres personas cercanas que estudiaron o están estudiando psicología sobre el tema.

Es un hecho: hay más casos de ansiedad y de depresión en nuevas generaciones que en las generaciones pasadas. ¿Por qué? La respuesta que como frecuentemente es el caso, tiene varios factores, se resume a que los tiempos han cambiado (mucho) pero estos cambios afectaron más a las personas que seguían en períodos de formación y se encontraban más vulnerables y sensibles al cambio, es decir las nuevas generaciones. Pero como usted, querido lector, no viene a este blog nada más para leer dos párrafos (o tal vez sí, y en ese caso puede dejar de leer ahora mismo), mencionaré todos los factores que en este momento recuerdo, tomándome el tiempo y la dedicación de explicar cada uno. Todo por los fans. Vayamos pues, por partes. 

Estilo de crianza

Se sabe, ¿no? Nuestros papás fueron mucho más cariñosos y estuvieron más presentes en nuestras vidas, nos apoyaron más en términos generales de lo que nuestros abuelos lo hicieron por ellos. En términos globales, los padres de hoy maltratan e ignoran menos a sus hijes de lo que lo hacían los padres de antaño. Pero Javi, usted me dirá, eso es algo bueno. Por supuesto que lo es e incluso considero que debería de seguir avanzando en esa dirección pero a lo que voy es, que les niñes antes se enfrentaban a muchas más situaciones frustrantes y dolorosas desde una edad muy temprana y entonces aprendían a las malas a lidiar o al menos a tolerar emociones negativas. No que esos traumas sean saludables, o buenos, pero quieras o no, los golpes forman cayo. Y sin cayo duelen más. Nosotros somos mucho más inexpertos con esas emociones negativas y con esas situaciones frustrantes que no sabemos lidiar con ellas y eso nos puede empezar a generar ansiedad. Los adultos tienen sus maneras de lidiar con la frustración. Varias de esas maneras son pésimas, pero se las saben.

Tecnología 1: electrodomésticos

Incluso ahora tenemos menos aburrimiento, menos paciencia porque todo lo tenemos de manera instantánea y no me refiero a las redes sociales pero sí un poco a la tecnología. Luego escribiré sobre las redes, pero primero me quiero enfocar en otros electrodomésticos que nos vuelven más inútiles: ya no tenemos que batir un huevo, hay una batidora que lo hace por ti, ya no tenemos que lavar la ropa y esperar a que salga el sol para que se seque, hay una lavadora y una secadora que se encargan de eso; antes había una televisión con canales limitados y con anuncios, ahora hay Netflix que ofrece millones de opciones sin pausas (tener TAAAAANTAS opciones es horrible y sí, genera ansiedad); no hay aburrimiento, no hay incomodidad y por lo tanto no tiene lugar la maduración que la acompaña. La impaciencia que vamos generando obviamente nos vuelve más suceptibles a la frustración, al estrés y por supuesto, a la ansiedad. De nuevo, avances buenos, pero un arma de doble filo.

Tecnología 2: redes sociales

Y la sobreestimulación no acaba con la televisión porque al alcance de nuestras manos, para algunes desde que nacieron, hay una cajita mágica con acceso a todo el contenido que el maravilloso mundo del internet puede ofrecer (recomiendo que escuchen Welcome to the Internet de Bo Burnham), lo cual implica una sobredosis y una sobreexposición a información a la que creo que el cuerpo no está diseñado para procesar correctamente en tan poco tiempo. Noticias, música, ideas. Y ni siquiera son de un mismo contexto, de una misma sociedad ni de una misma generación; vemos miles de publicaciones de carácter completamente diferente. La gente de antes estaba expuesta a personas, ideologías y contextos relativamente similares al propio, ahora yo me puedo identificar al mismo tiempo con cosas de Estados Unidos, México, Francia o Timboctú más o menos con la misma facilidad y mis modelos a seguir, las personas con las que me comparo y las que aspiro a alcanzar ni siquiera son mis pares ni comparten mi contexto. Deja tú la crisis de identidad de no saber quiénes somos pero ahora nos estamos comparando con estándares inalcanzables de perfección en nuestras áreas de interés, que ahora son muchas más y mucho más variadas porque tenemos un mundo de opciones, que obviamente nos molesta no poder alcanzar, cuando no sabemos nada de las condiciones bajo las cuales la otra persona lo logró. Y al compararnos con dioses, no podemos más que alimentar nuestras inseguridades y deprimirnos de nuestras deficiencias, de nuestra mediocridad que por cierto, no tienes nada de mediocre, eres bastante genial. Estás tomándote el tiempo de leer mi blog que es mucho más largo de lo que tiene derecho a serlo y que muy poca gente lee así que para mí, eres genial y eres parte de la razón por la cual mantengo esto. Así que gracias. Perdón, sólo quería decir eso, ya podemos continuar.

La Pandemia

Si todos estos factores no fueran suficientes por sí solos, llega la pandemia como Miley Cyrus (como una Wrecking Ball, búsquenla, otro rolón) y destruye todo porque se pierde por completo la experiencia social. Y para las personas en etapas importantes de su formación, esto es catastrófico. ¿Recuerdas lo que fue pasar de primaria a secundaria? ¿Y de secundaria a prepa? Fue toda una experiencia, ¿no? Seguramente te pusiste nerviose, tal vez planeaste lo que te ibas a poner de ropa, preocupándote por lo que iban a decir los demás, tuviste miedo. Eso te formó pero a muches niñes no, porque esa transición fue digital y prácticamente no vivieron esa socialización que les enseñó a madurar, a comportarse entre pares, a enfrentar miedos y entonces el siguiente cambio fue mucho menos gradual, un guamazo más duro, como si pasaran de primaria a prepa o de secundaria a la universidad. Y ahora convivir con otro ser humano es todo un reto. El aislamiento, la falta de convivencia y de socialización que al final del día, es el medio por el cual uno aprende a comportarse, durante etapas de cambios importantes nos lleva a una pérdida de facultades sociales. No sabemos hablar con la gente, no sabemos acercarnos a alguien y lo peor de todo es que nos da miedo hacerlo. Siento que ya para este punto es redundante decir que esto facilita la ansiedad pero lo diré de todos modos. Esto genera ansiedad.

Esas son las principales causas en las que mis fuentes profundizaron, sin embargo mencionaron otras que me parece que no puedo dejar fuera pero que tampoco voy a desarrollar por tres razones principalmente: 1) porque en algunos casos, me parece innecesario, 2) porque en algunos casos, considero que son temas dignos de sus propias entradas y 3) porque en algunos casos, son temas de los que no tengo suficiente información.

Adicciones: este mal manejo de emociones negativas mezclado con la hipersensibilidad que nos caracteriza propicia las adicciones que pueden ser muy destructivas y propiciar la ansiedad y la depresión.

Alimentación: la globalización ha permitido un acceso mucho mayor a comida chatarra y aunque usted no lo crea, la dieta que lleva influye sobre su estado mental.

Conciencia sobre las carencias: al estar expuestos a tanta información, estamos más conscientes sobre lo que nos falta o lo que hacemos mal yyyyyy depresión.

Herencia: la depresión se puede heredar y ya había gente deprimida antes, sólo otro factor que aumenta las probabilidades.

Capitalismo: entré a la UNAM, ¿qué esperaban? Si no le echas la culpa de todo al capitalismo, algo estás haciendo mal. Nah, cómo creen. Pero sí, sobre todo por la publicidad de los productos comerciales que te generan una necesidad que antes no tenías o no sabías que tenías y te hacen sentir inadecuade si no la satisfaces. Tienes que consumir TODO. Y obvio no puedes. Ah, y claro, la sobreexplotación laboral y estudiantil no puede ayudar, ¿o sí?

El estado del mundo en general: Política, cambio climático, inseguridad, economía, por donde lo veas, está de la fregada.

Malos hábitos: menos sueño, menos ejercicio, más tiempo adentro, ¿qué más quieren que diga?

Está medio deprimente darnos cuenta que tenemos todo en nuestra contra, ¿no? Y que nosotros mismos nos pusimos en esta situación lo empeora. ¿Estaremos condenados a padecer ansiedad y depresión? Yo no soy tan pesimista. ¿Qué se le hace entonces? En primer lugar, mejorar esos hábitos: dormir bien (ya sé, quién soy yo para recomendar eso, ¿verdad? pero justo porque yo me duermo tardísimo, les puedo decir que no está chido), hacer ejercicio, comer saludable, pasar menos tiempo en redes sociales y en pantallas en general (#noviembresinredes), etc. En segundo lugar, cuidar la salud mental tanto como la física, en tercer lugar, cuidar las relaciones sociales, SOCIALIZAR, CONVIVIR CON OTROS SERES HUMANOS DE MANERA FRECUENTE, y en cuarto lugar, tratar de salir de tu zona de confort cuando puedas, no tenerle tanto miedo a la incomodidad.

Creo que ahí lo podemos dejar, leo sus comentarios.

Comentarios

  1. Buena reflexión Javi, creo que es importante seguir dando luz a estos temas. Un abrazo!! :)

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  2. Sobre estilos de crianza sonó un poco más a experiencia personal que a algo un poco más investigado, no se si sea el caso, pero pues al final, como mencionaste, esto es una opinión, lo menciono porque me parecería importante que lo tomaras en cuenta a futuro, los padres de hoy en día maltratan e ignoran quizá en la misma medida pero de distinta forma, la violencia que se ejerce en las casas ha cambiado y muchas veces no es tan notoria porque se ha vuelto menos física y más psicológica y económica. Claro qué hay familias donde se ha ido quitando esto y se han vuelto familias distintas pero no tanto como para decir que hoy en día ese es el estilo de crianza. De resto me parece un escrito muy bueno para que la gente cuestione e investigue un poco más c:

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