Sobre mi obsesión con las crayolas


 

No es secreto que tengo una ligera no-sé-qué-tan-saludable obsesión con las crayolas. Ustedes, mis lectores probablemente han visto alguna de sus manifestaciones, pero no todes sabrán cómo se originó. Verán, todo comenzó en tercero de secundaria. Mi maestra preciosa y hermosa, Carmen, nos puso la regla de que para que nos sellara el apunte, este tenía que tener imágenes (los apuntes contaban para un porcentaje de calificación) hechas por nosotros y a color. Yo llevaba ya varios años de clases de arte con la mejor maestra de arte, Laura y sabía defenderme con un lápiz pero no me gustaba colorearlas porque sentía que se arruinaba el dibujo y además, me molestaba tener que sacarles punta a los colores que siempre se rompían. No queriendo salir tanto de mi zona de confort, opté por buscar alternativas y como los plumones se traspasaban al otro lado de la hoja, me fui por las crayolas que además, iban con mi mentalidad del momento de no dejar de hacer cosas divertidas simplemente "porque eran para niños" (era un pensamiento más profundo pero no lo voy a desarrollar ahorita). Ahí comenzó todo. Compré la caja de 24 crayolas y las guardé en una bolsita ziploc que todavía tengo.

Desde entonces, siempre que tenía que hacer un dibujo con colores (salvo en clase de arte), usaba crayolas. Se me fueron rompiendo. Compré más. Se seguían rompiendo, compré las grandotas. Mientras tanto, también desarrollé mi colección/obsesión por los cuadernos y decidí dedicar uno de esos demasiado bonitos para usarse, a dibujos con crayolas. Y de pronto estaba haciendo mínimo un dibujo por semana a manera de liberar tensión y descansar. 



Pero había algo que me molestaba: si bien había cuatro tonos de rojo diferentes, cinco de azul y otros cinco de morado, sólo había dos tonos de verde, uno de café, uno de amarillo y dos de naranja. Me parecía completamente desproporcionado y con el tiempo, también me pareció completamente inaceptable. Le platiqué mi queja a mi amigo Miguelito (que vive en Estados Unidos) y su reacción inmediata fue decirme "Espera, ¿Ustedes no tienen la caja de cuarenta y ocho crayolas?". Cómo les explico que esa frase me acompañó hasta que pude ir a Estados Unidos y cuando entramos a Target, lo primero que busqué, fue la caja de crayolas. Pero no encontré solamente la de 48. También tenían de 64, 96 y 120 crayolas, todas de colores diferentes. Aquí les pregunto: ¿ustedes qué hubieran hecho?

Yo compré las 120 crayolas de la cual hice un unboxing en Instagram para analizar los nombres que le ponían a cada color y al final de mi cuadernito de crayolas, escribí todos los nombres de las crayolas para futura referencia, para ver cómo pintaba cada una. Después compré cajitas de doce crayolas con nombres raros y las añadí a mi repertorio y creo que mis dibujos se han ido enriqueciendo con las nuevas adiciones. 


(Mi color favorito es bosque denso tropical)


En otro momento compré una caja de 64 crayolas pero de otra marca que no era Crayola, mucho más barata y no me pagan por decirles esto (aunque deberían) pero sí se notó la diferencia. Las crayolas de marca diferente se rompían más, no dejaban esa sensación de cera en la hoja que a mí tanto me gusta y pintan menos chido. ¿Qué tanto menos chido? Así de menos chido:


Esas fotos las tomé con mi teléfono las dos, sin filtros, sin nada. La diferencia es real. Bien, ahí lo tienen: le echo la culpa a Carmen, a Laura, a Miguelito, a Ana simplemente porque me ha echado muchas porras y a Oviedo que comparte y defiende mi gusto por las crayolas aunque no sé si alcance mi grado de obsesión. Si tienen algo de comentar, no duden en hacerlo, siempre un gusto leerlos. ¿Qué obsesiones tienen ustedes? Les dejaré algunas fotos de mis obras de crayola por si gustan verlas.












(a que no adivinan cuáles son pre caja de 120 crayolas y cuáles son post caja de 120 crayolas)

Bonus: cuando hice el unboxing, cada nombre de crayola que decía, Ana contestaba "soy". Le dije que eligiera uno solo y ahora la tengo guardada en mi teléfono como "Mandarina Viva".






Comentarios

  1. Sobre tu obsesión con las crayolas, es de las obsesiones más sanas y divertidas que podrían existir

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  2. A mi siempre me gustaron las cajas de muchos colores de cualquier forme do colorear ( colores, plumones, plumas…. Lo que sea)

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