¿Las inseguridades nos hacen mejores?

Nunca olvides qué eres, porque desde luego el mundo no lo va a olvidar. Conviértelo en tu mejor arma, así nunca será tu punto débil. Úsalo como armadura y nadie podrá utilizarlo para herirte

-Tyrion Lannister

No soy ningún experto como para que mi opinión tenga más peso que la de ustedes, mis querides lectores pero el otro día estaba discutiendo con Guille y surgió un cuestionamiento interesante. Un poco de contexto antes.

Según mi entendimiento inexperto, las inseguridades sociales son sentimientos o sensaciones recurrentes de insuficiencia, ineptitud, incertidumbre, inutilidad o incompetencia generado por una incomodidad en su autopercepción. Una falta de confianza en la habilidad que tiene uno para tener éxito en algo. Creo que son manifestaciones de una baja autoestima pero no estoy seguro de ello.

El caso es que frecuentemente (idealmente diríamos Guille y yo) una inseguridad te debería impulsar a sobrecompensar en el ámbito en el que se encuentre. Por ejemplo, si sientes inseguridades por tu cuerpo, dígase porque crees que pesas demasiado, estás demasiado grande. Esa inseguridad puede llevarte a un hábito muy saludable como comer sano y/o hacer ejercicio. 

O también inseguridades mentales o emocionales. Proyectándome un poco, alguien puede sentir que no merece su privilegio de recibir una educación privada porque por ningún mérito propio, tiene algo que la mayoría no y sobrecompensar echándole muchas ganas y sacando las mejores calificaciones. Alguien puede tener miedo a no caerle bien a la demás gente, ser demasiado aburrido, no ser lo suficientemente graciosa, no encajar, etc. y ponerse a buscar chistes para contar o ver las series que todes están viendo, etc. A muchísima gente le pasa y hay quienes no hacen nada al respecto y hay quienes buscan la manera de sobrecompensar. De esta manera, una inseguridad te puede hacer más saludable, más buena onda, más inteligente...

Esa sobrecompensación puede llevarse a un extremo y convertirse en una obsesión que puede que ya no sea taaaan saludable, pero ese es otro tema.

El problema (que puede no ser tan problemático) es que al ser un tema psicológico ligado al autoestima, no es como que lees cien libros y ya dejas de sentirte aburrido o logras cien lagartijas seguidas y ya te deja de importar tu cuerpo. Usualmente esa sobrecompensación se vuelve una parte de tu personalidad porque te das cuenta que te gusta por alguna razón y lo mantienes. Puede o puede que no, esto desarrolle narcisismo (en el sentido coloquial de la palabra en la que alguien se enamora consigue misme). Rara vez sabes cuándo o dónde detenerte, si ya lograste tu objetivo o no y rara vez puedes lograr que simplemente te deje de importar.

El debate entre Guille y yo radicaba en si era mejor que tus potenciales fallas o áreas de mejora te importaran o no. Porque por un lado, tener confianza y seguridad en uno mismo se siente genial y además puede resultar sumamente atractivo mientras que las inseguridades te hacen sobrepensar, dudar, se sienten del nabo y te hacen lucir patético frente a las demás personas. Peeeeeero, al mismo tiempo, sabemos de muchas personas que tienen una seguridad, una confianza, un autoestima elevadísimo, que se niegan a cambiar porque creen que han alcanzado la perfección o al menos el punto más perfecto al que están dispuestes a llegar pero que la realidad es que son personas horribles, mientras que conocemos mucha gente con inseguirdades abrumadoras que al mismo tiempo son increíblemente geniales. 

¿Qué es mejor, entonces? Obviamente ningún extremo es bueno. Lo ideal es tener la suficiente confianza en uno mismo para sentirse cómode, sin llegar al extremo de sentir que no se puede uno equivocar ni aprender nada de nadie, sino que siempre buscar mejorar en lo que hacemos. Ser consciente de las imperfecciones que tenemos y buscar que de alguna manera no afecten tanto, ya sea, dependiendo de la imperfección en cuestión, logrando que no te importen, corrigiéndola o buscar un entorno en el que no afecten a nadie.

Pero suponiendo que eso es la perfección inalcanzable y suponiendo que tengamos que elegir: ¿Qué preferirían? ¿Ser una persona genial con muchísimas inseguridades? ¿O ser una persona horrible con completa seguridad y confianza en sí mism@? 

No es que yo tenga las respuestas, solamente me pareció una reflexión interesante.

Leo sus comentarios, si quieren compartir alguna de sus inseguridades de manera anónima, estaría cool. Y si quieren además compartir consejos para combatirlas, tanto mejor.