Onassandro en la Guerra de los Clones

 Les comparto este ensayo que hice para mi clase de Historia Militar y Naval. Para los fans de Star Wars, quiero que sepan que para este ensayo me pidieron 3,500 palabras. Escribí 3,501 ;)



Onassandro en La Guerra de los Clones

El camino de la Ignorancia es guiado por el miedo

-Star Wars The Clone Wars T4 E8

Onassandro fue un filósofo platónico cuyas ideas se ven reflejadas en sus comentarios de La República de Platón mas no en sus textos militares dentro de los que destaca su tratado llamado El General, un tratado que aborda temas como la disciplina militar, el liderazgo, y cómo un comandante debía comportarse durante la guerra. Este libro está dedicado a los romanos que habían sido elevados a rango de cónsul o general, no necesariamente porque fueran incompetentes, sino para compilar principios que les fueran útiles y les aportaran sabiduría. También considero que los generales retirados lo disfrutarían.

Este texto es especialmente interesante y se diferencia de los previos por incorporar el aspecto moral/ético/filosófico en temas militares. Es evidente que Onasandro tuvo experiencia personal en varias guerras por la manera en la que escribe. Son tantos y tan específicos sus consejos que es probable que haya presenciado las consecuencias de no seguirlos y que sea de ahí de donde surgen. Por lo mismo, es todavía más interesante que no olvide valores éticos y justos, aunque encuentre la utilidad militar en la clemencia.

A pesar de que su obra estaba explícitamente dirigida a los romanos, se puede afirmar que las ideas que Onassandro presentó en El General, sentaron las bases del ideal sobre la persona que ocupa ese cargo militar. Estas ideas se pueden ver reflejadas o abandonadas por los medios actuales de comunicación masiva. En este ensayo se analizará la figura de los generales militares presentados en la serie de Star Wars: La Guerra de los Clones para compararla con las ideas de Onassandro.

La Guerra de los Clones es una serie animada estadounidense creada por Lucasfilm Animation estrenada en 2008 y compuesta por siete temporadas, 133 episodios en total. Está ambientada en el universo de La Guerra de las galaxias durante el intervalo de tres años entre el episodio II El Ataque de los Clones y el episodio III La Venganza de los Sith y sigue principalmente a las aventuras de los generales Anakin Skywalker, Obi Wan Kenobi, los comandantes Ahsoka Tano y Cody, el capitán Rex y la senadora Padme Amidala para darle forma a un conflicto de gran escala desde los ámbitos bélicos, militares, políticos e incluso socioeconómicos.

Puede parecer como una falta de seriedad en este trabajo, el comparar las ideas expresadas en una obra de historiografía clásica a aquellas de un programa de televisión originalmente pensado para niños pequeños, sin embargo se trata de uno de los principales referentes que tienen algunas juventudes para todo el ámbito militar. Su comprendimiento de la estructura de un ejército así como de términos militares viene de dicho programa que muestra no solamente el aspecto bélico de un conflicto sino también el político y militar fuera del campo de batalla.

Se trata pues de un gran caso de algo que si no puede contar como cultura histórica, definitivamente puede contar como cultura militar. Sea correcto o no, sea acertado o no, siendo un programa con tan elevado alcance, no se puede descartar que el comprendimiento de varias personas que la hayan visto sobre temas y rangos militares venga de este y de otros programas similares.

Además, a pesar de ser una serie dirigida hacia niños, lo cierto es que contiene profundas reflexiones sobre la moralidad de y en la guerra que si bien es ficticia, puede reflejar problemáticas reales así como mostrar enseñanzas de vida (implícitas en la narrativa) que sirven para adultos también. Este ensayo describirá primero las ideas de Onassandro para después identificar su presencia o ausencia en la serie.

El autor comienza su obra enumerando las características que debe tener una persona para ser elevada al rango de general. Habla en contra de elegir a alguien por su estatus o poder económico abogando en su lugar por la meritocracia. Argumenta que un general debe ser alguien libre de avaricia, moderado y abstemio para no distraerse de sus responsabilidades por los placeres terrenales; alguien con autocontrol y con buena reputación, alguien que haya pasado pruebas y retos pero que no sea ni demasiado joven para que no carezca de experiencia y pueda inspirar confianza, ni demasiado viejo para que no haya perdido el filo de su mente ni sus capacidades físicas.

Busca un balance entre fuerza física y mental. Idealmente, un general tendría hijos, supuestamente porque esa sería su motivación para luchar y dar todo por su patria: para proteger a aquellos a quienes más ama. Asegura de esta manera, la lealtad del general. Por supuesto, tiene que ser alguien hábil de mente y cuerpo, atento, capaz, endurecido por el trabajo.

Pues bien, en el universo de La Guerra de las Galaxias, la República pasó casi de un día para otro de no tener un ejército a tener uno con aproximadamente seis millones de soldados, listos para seguir órdenes sin un órgano estructurado que lo dirigiera. La orden Jedi fue designada para tomar las riendas de este ejército contando con diez mil caballeros entrenados en combate y estrategia pero sobre todo, disciplinados hasta la falla y reconocidos y respetados a través de toda la galaxia.

Considerando que los jedi son entrenados para resistir cualquier tentación terrenal, evitar todo tipo de vínculo emocional y pasión y mantener siempre la cabeza fría sin dejar de valorar la individualidad y la vida de todo ser, realmente eran los candidatos perfectos. La única característica con la que no cumplen, es la de tener hijos puesto que la orden Jedi prohibía esa clase de vínculo, sin embargo, esta orden contaba con otra motivación: supuestamente, el principal propósito de la Orden Jedi era mantener la paz y la justicia.

Puede parecer contradictorio que un grupo de autoproclamados guardianes de la paz y no guerreros sea elegido para liderar un ejército. Se impone el debate de cómo lograr la paz, cómo proteger a los inocentes si existe un ejército invasor (en este caso, los separatistas) que atenta contra el orden establecido de manera violenta, atacando inocentes. Rápida y paradójicamente parece ser que la única manera de evitar violencia es a través de la violencia.

En cuanto a la habilidad, la velocidad, la valentía, el coraje, en general, las capacidades de los caballeros jedi ni siquiera se cuestionan. Onasandro habla del factor económico y cómo este no debe de ser relevante para elegir o rechazar a alguien para el rango de general. En La Guerra de los clones ningún soldado tiene dinero; ni los clones no los jedi tienen posesiones por lo cual, el poder económico de los soldados no es solamente irrelevante, es inexistente. Igual que el tema del apellido o la familia de origen del potencial general. Los clones y los jedi no tienen familia más que la orden a la que pertenecen.

Inicialmente los escritores de La Guerra de las Galaxias tampoco se preocuparon por que los generales galácticos tuvieran que inspirar confianza debido a que sus soldados los clones, estaban “programados” para seguir órdenes. Sin cuestionarlas, sin embargo, desde la primera temporada de la serie, se observan ejemplos de Jedi inspirando a los clones a ser más que soldados. En episodios como Emboscada e Inicio del Malevolencia los generales Yoda y Plo Koon justamente inspiran a los clones a buscar su individualidad y a valorar sus vidas como individuos y no como soldados reemplazables.

En la segunda temporada se muestra un soldado desertor y en la cuarta, en el arco del planeta Umbara, muestran al primer “mal” general: el maestro Pong Krell. Tal como lo menciona Onassandro, al incio, la legión 501 se siente inquieta con un nuevo general desconocido salvo por su mala reputación. Este arco muestra que incluso los más leales y obedientes soldados se levantarán contra un general que no aprecie su servicio ni valore sus vidas y es probablemente en este momento donde la audiencia comprende que los generales que se han observado hasta ese punto en la serie, realmente tienen un valor más allá de ser los personajes principales.

Pero el epítome de esta serie, el momento en el que verdaderamente se ilustra lo que un buen general inspira, llega en la séptima y última temporada con el retorno de Ahsoka Tano, una jedi que jamás alcanzó el rango de general sino que permaneció como comandante hasta que renunció a la orden jedi. Sin embargo, fue tal su devoción a los clones durante su tiempo como comandante que en el momento en el que regresó, los soldados no sólo reconocieron su autoridad sin cuestionarla, sino que todos los clones en su batallón personalizaron su armadura para que coincidiera con sus icónicos tatuajes faciales.

Es ahí donde se ve el valor de un jefe militar que cumple con casi todas las características de Onassandro, excepto por dos: la de tener hijos, misma que Onassandro reconoce como no completamente necesaria siempre y cuando se trate de una buena persona, y la de la juventud. Ahora si bien, Ahsoka tenía solamente 17 años de edad cuando le asignaron ese último batallón, la serie inicia cuando ella tiene catorce y conforme avanzan los episodios se puede observar el crecimiento de la joven jedi, tanto físico como mental y emocional, a tal grado que nadie la considera precisamente “joven” ni se cuestiona su autoridad en la séptima temporada.

Tras enlistar las características que hacen a un buen general, Onassandro procede a explicar la necesidad de un consejo de guerra, lleno de personas de confianza que se hayan probado en la batalla, con buena experiencia e inteligencia para la estrategia para que el general pueda escuchar distintos puntos de vista, pueda ser cuestionado y se pueda asegurar de la vialidad de sus tácticas y planes, sin ser tan orgulloso como para no escuchar ideas ajenas pero tampoco tan dudoso como para nunca poder tomar decisiones ni creer en sus propios planes.

En la serie, estas situaciones se presentan desde la primera temporada en la que soldados reciben promociones por sus proezas en la batalla. Se presenta el caso del primer comando de Ahsoka Tano, lidera un escuadrón de naves caza y por no escuchar órdenes, pierde a casi todo su escuadrón. A pesar de esta derrota, por las circunstancias, le corresponde a ella presentar un plan de batalla para que aún con las pérdidas, puedan ganar la batalla. En esta ocasión, lo presenta a un consejo con más oficiales que la cuestionan. Ella escucha sus inquietudes pero a pesar de las dudas que presentan los capitanes, y con tras obtener la aprobación de un almirante, prosigue con su plan y consigue la victoria.

Ese es el ejemplo más evidente pero a lo largo de la serie también se ve cómo personajes que iniciaron siendo simples sargentos, van subiendo en la escalera de la jerarquía y acaban obteniendo rangos elevados y participando activamente en los consejos de guerra junto con los generales.

Sobre la “necesidad de una causa razonable para la guerra” no se discutirá en este ensayo, pues aunque sí llega a ser un tema de debate y reflexión dentro del programa, la realidad es que esta guerra que presenta la serie fue causada o más bien orquestrada por el canciller de la República. Si se profundiza más, la verdadera causa de la Guerra de los clones es entretener al público al que está dirigido el programa y conseguir regalías para la compañía que la produjo. La causa de esta guerra es el entretenimiento y los personajes dentro de la serie no tienen una verdadera voz ni voto en su prolongación. Eso sí, frecuentemente los generales manifiestan su deseo de que la guerra termine y de salvar la mayor cantidad de vidas posibles.

A continuación, Onassandor explica qué tácticas son convenientes y cuáles no dependiendo en las características de las batallas. Aborda características geográficas del terreno que se tiene que atravesar para llegar al campo de batalla, características geográficas del campo de batalla en sí, características del cuerpo de infantería que se está liderando y del tipo de batalla que se va a librar. En fin, un buen general tiene que tomar en cuenta todas estas características para liderar exitosamente a sus tropas.

Son tantas y tan variadas las batallas de La Guerra de los Clones que difícilmente se podrían aplicar los consejos de Onassandro para todos los capítulos de la serie, sin embargo, existen varios casos en los que los generales se aprovechan de estas mismas características para elaborar tácticas y estrategias o al menos las toman en cuenta al momento de hacerlo. Hay batallas en la nieve, en el desierto y bajo al agua donde los clones tienen armaduras especiales para adaptarse a las condiciones y son en estas batallas particularmente donde el terreno se presta más para ser aprovechado e incorporado en las tácticas empleadas.

No por ser un programa dirigido hacia niños pequeños, se olvidan los creadores de temas como provisiones. Existen capítulos específicamente dedicados a la obtención de comida, medicinas y armas para poder continuar los esfuerzos militares, tema que al autor estudiado le preocupaba lo suficiente para dedicarle algunos párrafos.

Otra idea del autor romano que está presente pero de manera muy superficial en el programa, es aquella de la fortificación de los campamentos en territorio enemigo. Rara vez se encuentra el ejército de la República en territorio enemigo en una situación diferente al ataque, invasión o infiltración, sin embargo, las veces que esto sí ocurre, o las defensas resultan necesarias o son insuficientes pero siempre se utilizan lo cual resalta la importancia de su eficiencia.

También las expediciones para obtener recursos en territorio enemigo son presentadas de manera sutil. El ejército separatista, enemigo de la República, está principalmente compuesto por droides, por lo cual, no necesitan y por extensión no almacenan alimento. Los clones por lo tanto, no invaden territorio enemigo en búsqueda de provisiones ni de dinero pues se supone que son libres de avaricia. Hay varios episodios, no obstante, en los que los clones infiltran territorio enemigo en busca de una nave espacial y en esos momentos, sí toman las precauciones sugeridas por Onassandro.

El uso de espías en el libro no se fomenta mas sí se aborda el cómo lidiar con espías enemigos. Es curioso que en la serie, esto es justamente lo que se ve: la República nunca hace uso de espías pero existen numerosos episodios en los que se tiene que lidiar con espías separatistas y tal como lo dice el autor, no se debe de siempre lidiar de la misma manera con ellos, sino que dependiendo de las circunstancias, el mejor curso de acción a tomar.

Hay episodios en los que el ejército de los clones tiene que emprender la retirada, hay episodios de negociaciones con los enemigos, hay episodios que muestran planes secretos para atacar de noche, hay episodios donde el enemigo empieza el retiro sólo para agruparse con los refuerzos mientras que los clones casi caen en la trampa de no ser por la serenidad y la paciencia de su general jedi, en los que se usa la mentira o el engaño para levantar los ánimos de los aliados o para burlar al enemigo, en los que se trata con prisioneros, en los que se entierran soldados caídos, en los que se trata con enemigos que se han rendido y xcon traidores, hay episodios en los que se llevan a cabo asedios y emboscadas (no cabe duda que existe gente que sabe lo que es un asedio o una emboscada gracias a esta serie, el autor de este ensayo se encuentra dentro de ese grupo) y como se ha mencionado previamente, hay episodios que muestran desertores del ejército. Son temas que el romano cubre brevemente en su libro. Siguiendo los consejos del autor, los amigos se colocan en las mismas unidades, las órdenes se dan a través de los oficiales y se hace uso de palabras clave y señales especiales. Incluso hay un episodio en particular donde un personaje entra al campo de batalla gritando justamente para confundir a todas las tropas presentes, advertencia que da Onassandro en su libro.

También existe el tema religioso. Tiene sentido que un programa para niños no haga explícita ninguna valoración religiosa así como tiene sentido que un general romano del primer siglo después de Cristo considere necesario rezar y hacer sacrificios antes de liderar ejércitos en batallas. Efectivamente Onassandro considera necesario incluso ser acompañado por hombres de fe y que sea capaz de interpretar las condiciones como presagios del resultado de las batallas. Y si bien los jedi no profesan una religión existente, hay quienes los consideran una especie de secta que adora a la mística Fuerza.

Los jedi como tal, son una especie de monjes que pueden tener presentimientos sobre el futuro e interpretar presagios así que si bien, no son explícitamente, hombres religiosos, tampoco ignoran por completo este aspecto al que el Romano le da tanta importancia.

Existe también una evidente, incluso obvia diferencia en cuanto a la tecnología. Las armas a las que hace referencia Onassandro y aquellas que se presentan en la galaxia muy muy lejana no tienen nada que ver, por lo cual las formaciones que propone el autor del libro según las armas que porta cada soldado, no son admisibles en el programa aunque sí hablan mucho de lo precavido y objetivo que fue el autor al escribir su obra. Objetivo, en el sentido que abarcó todos los lados del objeto de estudio.

Habla de muchos casos distintos en los que el enemigo cuenta con más o diferentes armas que el ejército propio y cómo utilizar esas situaciones para la ventaja propia, habla de la falange, y de otras formaciones que nunca se verán en La Guerra de las galaxias. Empero, en La Guerra de los Clones sí se consideran las formaciones, sí se toman en cuenta el tipo de armas que tiene cada ejército y sí se presentan casos en los que el enemigo tiene la superioridad sea numérica o tecnológica y se hace explícita la táctica empleada para sobrellevar esas circunstancias.

Por otro lado, sí hay algunas ideas de Onassandro completamente ausentes en el programa, como lo es, cómo se debe de comportar un general en tiempos de paz, (qué precauciones debe tomar, qué simulacros debe fomentar) ya que en la serie no existe tal cosa. Los personajes son generales solamente porque existe una guerra pero si esta acabara, dejarían de serlo y regresarían a ser solamente defensores de la paz. Tampoco se presenta un caso en el que por falta de disciplina, uno de los ejércitos se confíe o se relaje demasiado y tenga que, el general, inspirar miedo por el enemigo a sus tropas. Si algo no se les puede negar a los ejércitos que participan en esta guerra, es la seriedad con la que aceptan el conflicto. Aunque tampoco muestran miedo por él, así que los capítulos sobre cómo un general debe alentar a sus tropas paralizadas por el terror, no resultan relevantes en esta serie. Y contrariamente a la recomendación del autor, los generales siempre entran y participan en la primera fila de la batalla (excepto por el caso previamente mencionado del mal general, Pong Krell) ya que los jedi son increíbles guerreros.

Onassandro discute en su libro el aspecto moral y la justicia dentro de la guerra, se cuestiona varios aspectos sobre su justificación y cómo se debe conducir uno frente a ella. Los personajes de La Guerra de los Clones son excelentes ejemplos de estas cualidades y valores. Obi Wan Kenobi es el ejemplo por excelencia de un líder virtuoso, ético y reflexivo, incluso habiéndose ganado el título de “El Negociador” y Anakin Skywalker, que muestra la mayor compasión y dedicación por sus tropas junto con su aprendiz, Ahsoka Tano, es la personificación del liderazgo a través del ejemplo. Ahsoka Tano a su vez ilustra el balance entre sus responsabilidades y sus emociones y Rex, siendo el capitán más leal en todo el ejército, hace fuertes reflexiones sy cuestionamientos sobre la validez y la moralidad de la guerra.

Si los creadores de La Guerra de los Clones leyeron a Onassandro o no es una pregunta que difícilmente se podría contestar, sin embargo, no cabe duda que las ideas planteadas en El General por el escritor romano hace varios siglos siguen presentes en las conciencias actuales y en lo que en este ensayo llamamos “cultura militar” en el momento de plasmar lo que uno considera que es un “buen general” ya que las características que usa Onassandro para describir a esta figura se ven reflejadas en objetos de media recientes. No cabe duda que bajo los estándares del autor estudiado, los jedi son excelentes generales, cumpliendo con sus requisitos prácticamente al pie de la letra.

Puede que los escritores y productores de La Guerra de los Clones no hayan leído El General, es una posibilidad. Pero no sería para nada sorprendente que no sólo lo hubieran hecho sino que lo hayan usado como una principal fuente de inspiración debido a la fuerte presencia de las ideas de Onassandro en los capítulos.

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