La sorprendente falta de historias en Guatemala
Mis querides lectores, les tengo una pésima noticia, prepárense para una gran decepción. Tras haber pasado siete noches en Guatemala, viajando con el David y su tío Tom, no pasó nada. En nada nos fue mal. Todo salió bien. No perfecto, no sin inconvenientes. Pero nada salió tan mal que amerite compartir una historia. Le echo la culpa a David y a Tom por su extraordinaria planeación. Ha sido un viaje padrísimo, muy agradable, con visitas interesantes a centros arqueológicos, buenas conversaciones y como seguramente han visto en mi Instagram, increíbles fotos. Si alguien quiere seguir el viaje en vivo, pueden hacerlo con la aplicación de Polarsteps. Si ya la tienen, aquí les dejo mi viaje.
Claro, esto es lo que normalmente quieres en un viaje, que nada salga mal, pero como escritor de un blog, aprecio el valor narrativo de que las cosas no salgan como las habíamos planeado porque de ahí salen buenas historias para contar. Hasta ahorita la principal queja que ha habido fue de parte de El David y consistió en que en algunos lugares, ponen los precios en dólares estadounidenses en lugar de en la moneda nacional, quetzales, porque estando en Guatemala, no tenemos manera de conseguir dólares así que ¿por qué nos pedirían dólares?
Así que, habiendo dicho eso, supongo que no queda más que platicarles los aspectos generales de mi viaje, darles contexto y así.
Me llevé una muy agradable sorpresa con lo mucho que me gustó Guatemala. A pesar de la falta de lugares para bailar salsa o cumbia, me pareció un país muy divertido, muy agradable, con buen clima y con gente sumamente amable. La comida no es nada del otro mundo pero jamás diría que es desagradable. Tampoco me parece un lugar particularmente barato pero tampoco es caro. En resumen, todo me pareció balanceado. En la Ciudad de Antigua, hay muchas ruinas de iglesias abandonadas o medio destruidas por temblores y cerca de Flores, una isla en medio de un lago muy agradable, hay varios sitios arqueológicos que valen mucho la pena como lo son Tikal (el que más me emocionaba a mí porque ahí grabaron Star Wars IV, el hecho de que además sea una de las principales ciudades mayas del periodo clásico, uno de los imperios mesoamericanos más importantes, principal rival de Calakmul y de las ciudades mayas conocidas más grandes si no es que la más grande, eso qué), Uaxactún y Yaxhá. Definitivamente es un país al que me gustaría regresar.
¿Qué se viene ahora? Hoy cruzamos la frontera terrestre de Guatemala a Belice y estamos en San Ignacio. El plan es quedarnos unos días aquí, luego ir a la ciudad de Belice y de ahí a San Pedro, una islita, supuestamente de la que canta Madonna en su rolón, La Isla Bonita. Luego agarramos una lancha a Chetumal, veremos Bacalar y de ahí volamos a CDMX para el regreso a clases. ¿Qué opinan? Los dejo con algunas de las mejores fotos tomadas durante este viaje.
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