El fanatismo inverso

Amigos, hoy quiero escribirles sobre el fanatismo. Yo entiendo por fanatismo una pasión, o más bien obsesión desmedida, exagerada e irracional (palabra clave) por una idea, una ideología, una persona, una teoría, en fin, por un concepto sea simple o complejo. E insisto en que la irracionalidad es clave para el fanatismo, porque evade la razón, el razonamiento. El fanático no se cuestiona lo que dicta su... llamémoslo su pasión. Acepta ciegamente y con entusiasmo todo aquello que diga o que tenga que ver con su pasión y la defiende ante cualquier tipo de ataque o cuestionamiento. ¿Les suena familiar? Hay dos ejemplos muy claros en la sociedad: el fanatismo religioso y el fanatismo político.
    
Para el religioso, creo que el ejemplo más cercano es el catolicismo. Recordemos que esta religión se basa en las interpretaciones de la Biblia, un libro escrito hace cientos de años que recopila textos y narraciones de hace más de dos mil años. Obviamente hay algunas lecturas con enseñanzas que no aplican para nuestra época pero de eso escribiré otro día. El punto es, que los mismos representantes de la Iglesia (el Papa, los sacerdotes, etc.) reconocen que la institución ha hecho cosas... cuestionables (muy cuestionables) en el nombre de Dios y que hay algunas enseñanzas que ya no son vigentes o válidas (ej. en un pasaje de la Biblia describe cómo debe un maestro golpear a sus esclavos. Creo que todos podemos estar de acuerdo en que no debes/puedes tener esclavos) y pues son humanos al final del día. Se pueden equivocar en sus interpretaciones. Pensemos en las épocas medievales cuando quemaban a personas por saber algo de ciencia, acusándolos de herejía o brujería. Si alguien se hubiera detenido a cuestionarse eso, hubiera habido menos muertes y más avances científicos, yo sólo digo. Regresemos al presente. La Iglesia se manifiesta en contra de la despenalización del aborto, sus seguidores la siguen. Si usted, querid@ lector(a) comparte esta opinión, le pido que lea la mía. El punto es, si la gente reflexionara sobre lo que las autoridades dictan en vez de aceptar sus dogmas como la verdad absoluta, podría encontrar que no necesariamente es correcto (¿correcta? ya no sé si estoy hablando de la opinión, del dogma, de la verdad o los dictados). Por eso debemos cuestionarnos las cosas para asegurarnos de pelear por lo que nosotros creemos y no sólo por lo que alguien nos dijo que creemos. No podemos basar todo nuestro estilo de vida en lo que un individuo o un grupo de individuos opina o cree sólo para encajar porque puede que se equivoquen.

Otro claro ejemplo del fanatismo hoy en día está en los seguidores de Donald Trump quienes han dicho que no hay nada que Trump pueda hacer para que pierda su apoyo. ¿Se dan cuenta de eso? Donald Trump podría bombardear todo el mundo y estos lo seguirían apoyando. Lo seguirían hasta sus propias tumbas si él quisiera. Y luego podemos ver lo fácil que es destruir sus creencias con tantita argumentación. Y más cercano aún, nuestro tlatoani, el buen AMLO que le ha estado dando en la torre al país una y otra vez con sus proyectitos como el tren maya, el aeropuerto de Santa Lucía o la refinería que por cierto, este año tendrá un presupuesto mayor que la UNAM pero de eso hablaremos después. Y aún así, AMLO sigue teniendo millones de seguidores que siguen creyendo que él es el cambio que el país necesita. Creen que él es la solución para la corrupción, la inseguridad, la desigualdad, la pobreza, la falta de educación y de salud, etc. a pesar de que haya evidencia que sugiera lo contrario (si gustan, escribiré un blog sobre todo lo que opino que ha hecho mal AMLO). Y si la mayoría sigue apoyándolo, las próximas elecciones volverá a ganar Morena, lo cual, según muchos, sería catastrófico para el país. La gente que no se informa, la gente que no analiza, se vuelve un peligro cuando se vuelve la mayoría.

Y ahora, llegamos a donde yo quería llegar, el fanatismo inverso. Verán, contrariamente a lo que muchos pensarían, yo no creo que todo lo que ha hecho AMLO ha estado mal. Yo soy uno de esos bichos raros que creen que uno puede opinar que algo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas y que decir que un presidente hizo algo bien, no significa necesariamente apoyarlo ni querer votar por él. Soy de esos que creen que pueden apoyar más de una causa o que no por no seguir una ideología, tengo que inmediatamente seguir su opuesta. Y creo, que soy una minoría. Mucha gente cae en el fanatismo inverso y entonces cualquier cosa que digan o hagan estas autoridades, está mal, lo cual a mí me parece igual de dañino si no para la sociedad, al menos para el individuo. ¿Sabían que Morena hizo una propuesta para que Pemex empiece a invertir en energías renovables? ¿O que le quitó los impuestos de importación a los coches eléctricos? Pues sí, lo hizo y eso me parece maravilloso la neta. Hicieron algo bien. No tan bien como podrían y no suficiente, pero algo hicieron bien y decirlo no me convierte en un amlover o pejezombi. Sigo queriendo que haya un cambio de gobierno pero rescato los aspectos positivos. También Trump puede hacer algo bien y no todo lo que diga la Iglesia está mal. 

Hoy hubo un manifestación en la que los opositores de AMLO, el grupo llamado FRENA trataron de tomar el zócalo. Las autoridades los detuvieron pero eso no es a lo que voy. A lo que voy es, que esa manifestación se me hizo un error. ¿Por qué? ¿Qué buscaba esa manifestación? ¿Contra qué se manifestaban? Contra AMLO, claro pero, ¿específicamente? Marchar pacífica y silenciosamente en conmemoración de las víctimas de los sismos era parte de lo que buscaban pero también manifestarse contra el peligro y el riesgo para los periodistas en México. Causas nobles claro, y me parece importante conmemorar los sismos y hacer conciencia de las víctimas que siguen en situaciones deplorables. Esta manifestación logró mínimo uno de sus objetivos. Consiguió la atención de las autoridades que la bloquearon antes de que llegara al zócalo. Fue un éxito creo. Pero pronto conoceremos las consecuencias. Recordemos algo amigos: seguimos en pandemia. El coronavirus sigue ahí, sigue siendo un gran riesgo para todos. A la gente se le está olvidando, tal vez porque se registran menos contagios de los que hay o tal vez porque ya están hartos de quedarse encerrados. Yo creo que la gente que critica a aquellos que no razonan, deberían de hacer uso de esa razón cuya ausencia critican en los demás, y cuidarse un poco. Ayudar a frenar al coronavirus y no sólo a AMLO. Esta manifestación era en mi opinión, innecesaria. Creo que pudieron haber logrado lo mismo de otra manera sin arriesgarse tanto. Pero la gente ve que hay algo contra AMLO e inmediatamente brincan a la oportunidad de unirse sin cuestionarse si de verdad deberían de hacerlo. Me dirán ¿Y a ti qué? Ellos son los que deciden ponerse en riesgo, no tú. Sí pero yo también vivo en este país. Yo me tengo que cuidar porque veo a mis abuelas de ochenta y noventa años y cada persona que no se cuide aumenta el riesgo de contagio y aumenta la duración de esta pandemia. Y cada día que aumenta esta pandemia es otro día que pierdo de clases presenciales en mi último año de escuela. Así que sí, sí me afecta y sí me importa que no se cuiden los demás, por no mencionar el hecho de que no quiero que medio país se muera de COVID. Aunque claro, esa es una alternativa. Si todo el mundo se contagia de COVID, en 15 días se acaba la pandemia pero entre el 10 y el 20 por ciento de la población mundial moriría.

No sé, eso opino yo. Si gustan discutir, pueden contactarme o dejar sus comentarios.





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