Año sabático día 9

Así que. Llevo nueve días en San José, trabajando en un hostal, conociendo gente nueva y aprendiendo cosas nuevas. Esta mañana, les hubiera contado sobre todas las personas que he conocido, sobre cómo me encanta trabajar en un hostal y me gustaría poner uno en México, sobre cómo me levanto diario a las 6:30 para hacer hot cakes con forma de Mickey Mouse, sobre cómo he estado tratando de comer vegano porque mi amigo Orlando es vegano, sobre las diferencias entre un hotel y un hostal, sobre mis pequeñas aventuras, mi ida al museo de arte, la señorita que sólo trabaja de noche que trató de ofrecerme sus servicios, sobre lo chido que es el hostal Relax, mis opiniones de San José y las diferencias en cómo hablan los costarricenses a los mexicanos... pero la mera verdad, ahorita no tengo energía para escribir de eso. Estoy molesto. Cada vez más molesto. Verán, hoy en el bus de camino al centro de San José, me bolsearon y me robaron mi celular. ¿Lo pude haber evitado? Es casi seguro que no. ¿se puede hacer algo al respecto? Conseguir uno nuevo. ¿Sirve de algo que me estrese? Para nada. ¿Aprendí algo? Sí, a caminar con las manos en los bolsillos cuando llevas algo valioso en ellos y estás cerca de otras personas. ¿Pudo haber sido peor? Definitivamente. No me lastimaron, no me quitaron la cartera y toda la información de ese teléfono estaba en la nube. Además, el chip era de un número costarricense. Todo esto lo sé, y nada de esto me hace sentir mejor. Me quitaron mi cámara, mi música, mi calculadora y mi despertador. Y eso me da coraje. Así que no tengo ganas de escribir sobre lo bien que me la he pasado (porque sí me la he pasado súper) porque ahorita no estoy tan contento. Así que me voy a dormir. Pero antes, les dejo la canción del día y las recomendaciones del lunes:

La canción de hoy:

Devuélveme a mi chica - Hombres G

Recomendación de la vida:

Si llevan cosas valiosas en sus bolsillos y están cerca de gente desconocida, no ayuden a nadie. No recojan cosas del suelo, sólo caminen con las manos en los bolsillos, no importa si parece que a alguien se le cayó algo, ignórenlos.

Recomendación del blog:

El que descubrió la pólvora

Película de la semana:

Fight Club

Recomendación culinaria:

Si dejan la salsa verde en en la olla más tiempo, para que se evapore el agua, la salsa va a quedar más espesa lo cual puede darle un toque interesante a sus chilaquiles.

Saludos.

Edición de dos días después ya más tranquilito: les platico cómo fue que me robaron mi celular. Estaba en el bus con dos amigos, y nos íbamos a bajar, Orlando y Keny se bajaron antes que yo y entre Orlando y yo se nos metió una señora. Ella estaba bajando, yo iba atrasito y de pronto vi que caía un lente como de anteojos. Me agaché para recogerlo, la señora se volteó, me dijo que era suyo así que se lo di y luego se puso a buscar en el suelo como si hubiera perdido otro lente. Parecía como si ella pensara que lo que se le había caído estaba abajo de mi pie o atorado en mi chancla porque la agarró y la empezó a mover. Yo estaba confundido y tenía que hacer un esfuerzo para no caerme y alguien me sostuvo por atrás como si estuviera ayudándome a no caer. Cuando la señora dejó mi pie y bajó, yo bajé y en cuanto puse un pie en la calle, entendí perfectamente lo que había sucedido. Metí una mano en el bolsillo y efectivamente, me faltaba mi teléfono. Obviamente, ninguno de los pasajeros que seguían ahí lo tenían pero todos dijeron que no lo tenían y hasta ofrecieron ser revisados pero esa gente sabía lo que estaba haciendo y a quién se lo estaban haciendo. No hay manera de recuperar ese teléfono. Estas cosas pasan. Así es la vida. Lo bueno es que no me robaron la cartera ni me lastimaron y ya conseguí otro celular.