Cerebros fritos





Sé que en muchas cosas soy como un señor. Esta es una de esas entradas que me hacen sentir más viejo de lo que soy y que creo que decepcionará a varios de ustedes, querides lectores. Pero quiero dejar en claro que mi propósito con esta entrada no es juzgar ni criticar a las demás personas, sino simplemente platicarles sobre algo que he visto en mí mismo (en parte porque hubo quién me lo señaló) que quiero cambiar y al mismo tiempo creo que es un tema interesante que aunque ya lo he mencionado, creo que merece su propia entrada: los efectos del uso constante del teléfono que se resumen al título de esta entrada.

¿Por qué? ¿Qué tiene de malo, además de la enorme pérdida de tiempo que podríamos emplear haciendo algo productivo, pasar horas viendo Instagram o jugando jueguitos? Ni siquiera me voy a meter en el tema del efecto que puede tener en tu vista (sí, Pich, sé que hay maneras para que no te afecte tanto pero en términos generales, ver pantallas no es precisamente benéfico para nosotros los miopes), me voy a enfocar en el daño que le puede causar al cerebro. Vayamos por partes, seré lo más breve y conciso posible porque sé que no les gusta leer textos largos. Pero antes de los efectos, el razonamiento.

En resumen. El cerebro es un músculo. No lo usas, se vuelve débil, lo pierdes. El teléfono es una manera de descanso para el cerebro. Demasiado descanso o reposo es malo. Ahora la versión más larga:

Ver el teléfono es genial. Mueves un dedo y recibes cantidades inmensas de información y de entretenimiento, tienes miles de opciones en cualquier plataforma para consumir imágenes, videos y audios de manera instantánea. Esto nos hace "felices" sin mayor esfuerzo de nuestra parte. Recibimos recompensa (videos, memes, reels, tiktoks, jueguitos, diversión, entretenimiento) de manera pasiva. Poco a poco tu cerebro se empieza a acostumbrara estar feliz sin hacer ejercicio y empieza a buscar esa felicidad constantemente porque cuando dejas el teléfono, dejas esa fuente de felicidad (me parece que la razón científica es la dopamina, hormona de la felicidad que libera tu cerebro en estas situaciones). Es como si te comes una suculenta y jugosa hamburguesa sin hacer ejercicio. Si lo haces seguido, tus músculos pierden fuerza y sólo acumulas grasa pero la hamburguesa está sabrosa así que sigues comiendo. Te da placer inmediato aunque a la larga no sea tan bueno. Ahora veremos los diferentes efectos.

1. No nos gusta leer textos largos. Nos acostumbramos a leer cosas cortitas, resumidas en Twitter (ahora X), queremos que todo sea rápido, instantáneo, directo. Habrá quienes ni siquiera lean el texto que no está en negritas porque es demasiado esfuerzo. ¿Textos filosóficos que requieren pensar para entenderles? No por favor, demasiada concentración, demasiado tiempo. Es culpa del autor si no logra transmitirme de manera simple y eficiente lo que quiere decir. ¿Por qué usar un párrafo cuando puedes usar una frase? ¿Por qué leer el texto completo cuando Chat GPT nos puede hacer el trabajo y dárnoslo de cucharita?

2. Perdemos la memoria. Ya no nos tenemos que memorizar NADA porque cualquier dato lo podemos verificar en el teléfono. La memoria es un músculo, mis querides lectores, si no lo usamos, lo perdemos y de pronto nuestra capacidad de retención es deplorable y la de memorizar también. ¿De qué importa hoy en día poder memorizar cosas? Pues el problema con depender de algo es que el día que te falle serás un inútil. Dependes de la tecnología, cuando no la tengas y necesites un dato, no lo podrás conseguir pero además de eso, creo que está chido aspirar no sólo a la fuerza y buena condición física (gente que va al gimnasio y hace dieta, me refiero a ustedes) sino también a fuerza y buena condición mental. Pero eso sólo es mi opinión.

3. Nos volvemos flojos. Además de que ya no podemos leer textos complejos, pues ya tampoco queremos hacer ningún trabajo que requiera un fuerte esfuerzo mental porque no nos da placer inmediato y ya no estamos acostumbrados a hacerlo así que cada vez se vuelve más difícil hacerlo.

4. Ansiedad por la cantidad abrumadora de contenido. Imagina que vas por un helado. Tienen de chocolate, vainilla y fresa. Escoge. Ahora imagina que tienen esos tres pero además también tienen de pistache, de oreo, de coco y de limón. Escoge. Ahora imagina que además de esos también tienen de cereza, de sandía, de melón, de avellana, de naranja, de queso, de elote, de mazapán, de beso de ángel, de nutella, de ferrero, de kinder bueno, de frambuesa, de lichi, de aguacate, de aceite de oliva, de picafresa, de gansito, de pay de limón, de nuez, de cacahuate, de mamey, de mazapan, de café, de napolitano, de algodón de azúcar, de chicle, de jícama, de pepino, de pepita de calabaza, de cajeta, de almendra, de mandarina, de mango, de lavanda, de pétalos de rosa y de chocomenta. Escoge. Cada vez se vuelve más difícil, ¿no? Nuestros cerebros no están diseñados para recibir tanta información. En tu feed de lo que quieras, Instagram, Facebook, YouTube, Spotify, hay miles de opciones inmediatas para ocupar tu atención y entre más opcion es tienes, más trabajo le cuesta a tu cerebro tomar una decisión lo cual lleva a:

5. Dificultad para tomar decisiones. Cuando se trata de qué helado elegir, no hay mayor problema, pero qué me dices de cuando se trata de qué carrera estudiar o por cuál candidato presidencial votar o cualquier otra decisión que genuinamente puede afectar tu futuro. Ahorita no se me ocurre ninguna otra.

6. No ponemos atención a nada, no nos concentramos en una sola cosa. Como nos acostumbramos a que cada video dura máximo cinco minutos (y eso ya es mucho), de pronto no podemos poner atención en clase o en una conversación por mucho tiempo, nos cuesta trabajo y no dudamos en sacar el celular a la mitad para distraernos o nuestra mente se va a otro lugar, a otro tema más importante, a otra conversación.

7. No nos sabemos aburrir. Jeje creo que escribí una entrada entera sobre esto pero en resumen ¿cuándo fue la última vez que se aburrieron? ¿Que no sacaron el teléfono para pasar el rato mientras esperas en la fila, para ver un vídeo mientras comes, para escuchar música mientras lees o haces tarea o manejas, para jugar jueguitos o incluso leer mientras vas al baño? Empezamos a depender de estas cosas no sólo cuando no estamos haciendo nada sino cuando estamos haciendo algo también.

8. Costo de oportunidad. Me refiero a que hacer cosas como lo que yo estoy haciendo ahorita de escribir en una computadora en lugar de a mano requiere menos esfuerzo y menos atención. El ejercicio cognitivo de escribir a mano en lugar de a compu te ayuda en procesos mentales, escribir mejor, tener más cuidado con lo que escribes, tener habilidades manuales, etc. Lo mismo con leer sólo los títulos en una pantalla en vez del periódico entero o leer en papel aunque sea; pedirle a una inteligencia artificial que te escriba tus textos en vez de escribirlos tú mismo.

9. Ansiedad social. Cada vez nos cuesta más trabajo convivir y socializar con gente si no es a través de una pantalla. No nos gustan las llamadas, nos parecen intrusivas y las conversaciones difíciles se vuelven más difíciles, preferimos evitarlas. Comunicar cosas es cada vez más difícil. Mantener relaciones sanas igual.

10. No hay paciencia. Queremos que todo acabe rápido, nos volvemos irritables. No vivimos en el momento porque nos enfocamos en el futuro.

(Aquí vuelvo a sonar como viejito) Yo recuerdo en la secundaria fui el último en tener teléfono, el último en tener Instagram, el último en acceder a esta tecnología. No creo que fuera coincidencia que mi promedio fuera de los más altos. Yo no creo que yo fuera el más inteligente, creo que era uno de los que más ejercitaba su cerebro. Tenía compañeros que aún con el teléfono tenían igual o mejor promedio que yo, ellos sí creo que eran más inteligentes (no estoy diciendo que yo sea o haya sido tonto, sólo no taaaan inteligente). Y eso cambió. Me he dado cuenta en mi carrera que me cuesta trabajo concentrarme en clase, acordarme de las cosas que leo, concentrarme en las lecturas y entenderles cuando no son tan explícitas o cuando tratan conceptos más abstractos, no me aprendo los caminos para llegar a lugares si no los recorro varias veces en poco tiempo y dependo de Google Maps, básicamente sentí que me estaba quedando tontito poco a poco y hay muchas, de verdad muchísimas estrategias para combatir estos problemas, estos síntomas que yo he visto en mí y en mucha gente que me rodea, y estaré implementando varias de ellas porque estoy tratando de mejorar en estos aspectos. Creo que haciendo este cambio, puedo mejorar mucho yo, pero a lo que quiero llegar con todo esto es que quiero pasar menos tiempo en redes sociales incluso fuera de cuaresma y de noviembre y eso implica no ponerme a buscar memes en Instagram ni en Facebook por lo cual casi seguramente voy a abandonar la dinámica de Momartes. Me consume muchísimo tiempo, no me gana nada para este blog que es la razón por la que hice esa cuenta de Instagram en el primer lugar y sólo me está restando más que sumando. Sé que muchos de mis seguidores sólo me siguen por los memes y me duele decepcionarlos pero ya no está siendo sostenible. Me toma demasiado tiempo pensar en y crear un meme cada semana, juntar todos los memes que me mandan, buscar memes yo mismo porque a veces no me mandan y subirlos uno por uno. Aún así me pueden mandar memes, sí me gustan y me dan risa pero ya no los voy a estar subiendo cada semana.  

Gracias, se les quiere. Leo sus comentarios.

Lecturas complementarias:

Ya no nos sabemos aburrir

Por qué hay más casos de ansiedad y depresión en generaciones recientes


Comentarios

  1. Buena entrada Javier, que bueno que te estás dando cuenta a tiempo, esta plataforma nunca me deja publicar mis comentarios pero a ver si esta vez si.... Hay algo que me puedo quitar de la mente, ¿Helado de aceite de oliva? wacala jajajaj Espero sigas haciendo un esfuerzo grande por volver a la comunicación personal. En los lugares a los que no llega señal hay historias, hay mucha más empatía y sobretodo hay comunidad. Nada es perfecto, también hay chismes y pleitos pero nadie pasa por la vida desapercibido y en el anonimato. Tal vez sería interesante que nos fuéramos unas semanitas a Chumpón a dar clases de Inglés para que lo experimentes.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares